Doble festejo para Volkswagen en México. Por un lado, celebra los 50 años de su filial mexicana; por otro, el inicio de la producción en serie del Golf de séptima generación, su última apuesta para Norteamérica.
La planta encargada de fabricar el nuevo Golf es la ubicada en Puebla, donde también se producen modelos conocidos en Argentina, como el Bora, el Vento y el Beetle.
Dicha factoría cuenta además con una capacidad productiva de 700 unidades diarias del modelo, que principalmente será exportado a los países de Norteamérica, como Estados Unidos y Canadá.
Desarrollado a partir de la plataforma modular MQB (también utilizada por el nuevo Audi A3), el Golf 7 mexicano está siendo producido a través de sus variantes de carrocería de tres y cinco puertas.
El modelo además estaría disponible con al menos tres motorizaciones, de las cuales las TSI son producidas en la nueva planta de Silao.
Habrá motores nafteros y un diésel. Dentro del grupo de los primeros se encontraría la 1.8 TSI (con inyección directa y turbocompresor) ya utilizada por el Vento (Jetta), y con una potencia de 170 caballos. El más potente es el 2.0 TSI con 210 caballos, destinado a la variante deportiva GTI del modelo. El diésel, por su parte, sería el 2.0 TDI con una potencia de 150 caballos, mientras las transmisiones podrán ser manual o automática, con la DSG como la estrella de la gama.
Este es el Golf que Volkswagen incorporará al mercado argentino en algún momento de 2014. Antes de ello, llegarían las versiones GTI importadas de Europa.
La producción del nuevo Golf en América del Norte, proceso que le demandó a VW 700 millones de dólares, continuará con la fabricación de otros modelos de la familia en la planta de Puebla.