Recientemente, Volkswagen presentó las nuevas versiones deportivas de la octava generación del Golf. Son las GTI, GTD y GTE. Si nos referimos al Golf GTE, este sobresale por ser la única de las alternativas con motorización híbrida enchufable.
Diseño
El Golf GTE se destaca por ofrecer una personalización exterior que incluye una banda de color azul en la parrilla (iluminada y con la sigla de la versión) y las luces LED de las ópticas frontales.
Suma llantas de aleación de 17 pulgadas específicas y con dos colores, junto con las pinzas de frenos rojas (como las otras versiones deportivas). Opcionalmente están las llantas de 18” o 19”. Además, en el panel lateral del lado del conductor se encuentra la tapa del enchufe para tomar la electricidad externa.
Por su parte, la zona trasera de este Golf cuenta con un detalle cromado aplicado al paragolpes posterior, mientras que el habitáculo posee tablero digital de 10,25 pulgadas, pantalla central de 10” y butacas deportivas con cuadros y color azul, también presente en el volante deportivo.
Mecánica
La clave del Golf GTE está en la mecánica, que tiene como protagonistas a dos motores: un naftero 1.4 TSI con turbocompresor que entrega 150 caballos y otro eléctrico que genera 116 CV.
Cuando trabajan conjuntamente, la potencia total del sistema es de 245 CV (como el nuevo GTI) y el torque alcanza los 400 Nm (como el flamante GTD). Además, cuenta con una caja automática DSG, con sistema de doble embrague y seis velocidades.
La batería encargada de abastecer al propulsor eléctrico es de iones litio y puede ser enchufada. En modo eléctrico, el hatchback puede llegar a los 130 km/h y recorrer hasta unos 60 kilómetros con cada carga.