Lejos de los funcionarios nacionales, los ejecutivos de las automotrices argentinas parecen más distendidos y explican la actualidad del mercado con una cuota mayor de realismo. En medio de un boom de ventas, los conflictos y alertas estan al día.
En este escenario, los problemas de competitividad que hoy enfrenta la industria automotriz no se solucionan con una devaluación, sino bajando la inflación. Así lo afirmó el vicepresidente de Ventas y Marketing de Volkswagen Argentina, Jorge Portugal.
"Necesitamos que los costos sean más competitivos, pero una devaluación no necesariamente afecta positivamente", señaló Portugal en el marco del 65 Salon del Automóvil de Frankfurt.
Si la inflación avanza a la par de la depreciación del tipo de cambio es poco lo que se lograría, explicó. Sería mejor bajar la inflación, a la que describió como "una enfermedad que hay que mirar con cuidado".
En VW admiten que la conjugación – fuerte expansión monetaria, aumentos salariales y tipo de cambio retrasado- contribuyó al presente positivo en materia de números que registra el sector en el país.
No obstante, en su análisis el directivo señaló a medios economicos que si "la inflación se acelera y no hay un excedente salarial que la pueda acompañar", se podría frenar el consumo.
Asimismo, el buen presente también esconde otra realidad: se venden más autos pero las terminales gana cada vez menos puesto que el mayor volumen no se traslada a los precios dado el acuerdo o “compromiso” que se tiene con el Gobierno (Moreno permite aumentos de un 17% promedio: 8% para los autos más económicos y un porcentaje mayor para los de alta gama).
Dejando de lado el contexto económico, el directivo se detuvo a adelantar los planes de la compañía.
Portugal señaló que VW Argentina que produce Amarok y Suran en la Planta de General Pacheco intensificará sus ventas a mercados como México, Colombia y Venezuela para compensar la menor demanda que se registra desde Brasil, principal mercado de exportación de los autos argentinos.
Con una participación total del mercado de 18,5% (incluyendo autos, camiones, y vehículos comerciales) y del 22,5% sólo en autos, VW tiene previsto invertir el año próximo 60 millones de dólares. Acumula en 2012 y 2013 inversiones por otros US$ 140 millones.
En apuestas, la firma sumará la séptima generación del VW Golf, cuya llegada está ligada parcialmente a un plan para aumentar en 2.300 unidades las ventas de pickup Amarok a México. También importado, pero de Brasil, llegara el Up!, un vehículo más chico que el Gol, que buscará instalarse como primera motorización y se viene la renovación del Suran.