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Prueba Vento GLI | Deportivo y familiar

Siguiendo el linaje de sedanes deportivos, Volkswagen incorporó el GLI a la familia del nuevo Vento. Potencia única, brillantes prestaciones, comportamiento y frenado. Todo, en envase tricuerpo y con un equilibrio plausible. Manejamos la flamante versión de 230 CV.

GLI refiere a grand luxury injection y es la manera de Volkswagen de nominar a sus sedanes deportivos. En Argentina el antecedente más reciente fue la generación anterior de Vento, que enarboló la bandera de la performance con sus 211 CV.

Hace algunos meses Volkswagen decidió seguir apostando por la variante deportiva y lanzó esta nueva generación del Vento GLI, ahora con 230 CV. Lo manejamos y estas son nuestras conclusiones.

Estética

En la nueva generación del Vento GLI se mantiene el perfil bajo y, hasta en cierto punto, todavía más bajo: apenas una línea roja en la trompa y el diseño de llantas permiten identificar muy rápidamente que se trata de la versión radical del sedán mexicano.

Su equipamiento de serie ofrece una dotación de confort en la que se destacan la cámara de retroceso, freno de estacionamiento eléctrico, asiento del conductor con regulación eléctrica, calefacción y ventilación, cargador de celular inalámbrico, App Connect y techo solar. Le podríamos reclamar, hilando fino, espejos rebatibles eléctricos.

Seguridad

El Vento GLI cuenta en este rubro con seis airbags, ayuda de arranque en pendiente, asistente de estacionamiento, controles de estabilidad y tracción, bloqueo electrónico de diferencial y ópticas delanteras Full LED. Una dotación correcta y completa que cumple, aunque por su valor hay vehículos con mayores dispositivos, especialmente de seguridad.

Habitabilidad

Con 2,68 el espacio trasero del nuevo Vento GLI es bueno, esperable de un sedán. El baúl acompaña, con 510 litros de capacidad.

Además, en las plazas traseras, los pasajeros cuentan con tres apoyacabezas y tres cinturones inerciales. Es un auto pensado más para la pista que para la ruta pero aun así se abre para recibir cinco pasajeros y su equipaje.

Ni bien uno ingresa al Vento se encuentra con materiales superiores a la media que ofrece el Mercosur: la industria mexicana se mantiene bien vigente. No notamos grillos prematuros y la calidad percibida es impecable. En cuanto a diseño es similar al Vento, por ende, no hay mayores sorpresas en cuanto a arquitectura.

Muy buena nota para la central multimedia, que ostenta una de las mejores respuestas al tacto e interfaz, y además suma app connect para emparejar el teléfono celular independientemente del sistema operativo que tengamos. A eso se le suma el tablero digital, un ítem casi exclusivo de Volkswagen que entrega muy buena data y se puede configurar.

Mecánica

El punto neurálgico del Vento GLI es el motor 2.0 turbo con 230 caballos que entrega un par máximo de casi 36 kgm entre las 1.500 y 4.000 rpm, lo que habla de una gran elasticidad y eficiencia del bloque de cuatro cilindros y, obviamente, de respuesta en casi cualquier zona del cuentavueltas.

En Sport (tiene diferentes modos de gestión electrónica) necesita 7 segundos para alcanzar los 100 km/h ( 2” menos que el 1.4) y recorre el kilómetro a fondo en 26,9. ¿Recuperaciones? menos de 4 segundos en cuarta.

La buena noticia es que a velocidades constantes no pide demasiado combustible a cambio: entre 6 y 8 circulando a 100 y a 130 km/h aunque la mala nota es en ciudad donde araña un promedio de 13 “cada cien”.

La transmisión de doble embrague y seis marchas juega un rol fundamental a la hora de bajar los consumos y realizar el pasaje de marchas de manera eficiente.

Por último, en cuanto al frenado,y hablando de eficiencia, registró menos de 37 para detenerse de cien a cero, una distancia increíble que lo ubica en el podio de los autos evaluados por TiempoMotor este e incluso años anteriores. Bravo.

Comportamiento dinámico

Otro ámbito donde el GLI se destaca es en el chasis y la configuración de sus suspensiones. Parte de un doble esquema independiente que le confiere un comportamiento dócil. Ayudan los cauchos con perfil bajo (225/45×18”) que no comprometen en demasía la travesía urbana aunque claro que quien busca un vehículo de estas características sabe que puede comprometer esa conducta.

Además, suma diferencial de deslizamiento limitado con lo cual a la hora de girar entrega eficazmente el torque a las ruedas correspondientes para mantener la trayectoria y empujar de manera solidaria.

En definitiva, es un vehículo ambivalente, con paño para doblar y confort justo para ser un auto diario, algo que logra por el conjunto de dirección, suspensión, frenos y confort de marcha.

Precios y rivales

Es un vehículo único, porque no existen sedanes de ese calibre en el mercado. Atrás quedó el Renault Fluence de 190 CV que era el único que podía hacerle sombra.

Volkswagen apuesta a un nombre icónico en el mercado argentino y a un público bien específico que, de apuntar al GLI, se llevará un sedán deportivo con licencias para el día a día. Y eso, no es poco.

+ Performance
+ Agrado de conducción
+ Sistema de frenado

– Equipamiento mejorable
– Precio elevado
– Consumo en ciudad

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