Primera Mirada Autos

PRIMERA MIRADA / CHEVROLET AGILE

UN CHEVROLET MUY DISTINTO A TODO LO CONOCIDO

Paso a paso, como diría Mostaza Merlo (N. de la R: técnico del fútbol argentino que selló la frase cuando saco campeón a Racing de Avellaneda después de una sequía de títulos de 36 años), se fueron develando de una todas las dudas que podían quedar respecto del Chevrolet Agile, uno de los dos modelos más importantes que tenía previsto lanzar la industria nacional (el otro es la pick-up Amarok que VW presentará en diciembre).

Hecha la presentación formal del producto anoche en el coqueto teatro Independencia de la ciudad de Mendoza, quedaba para el día de hoy hacer la primera prueba dinámica del producto y las charlas mano a mano con los directivos más importantes de la compañía.

CIRCUITO
En un circuito de poco más de 70 kilómetros y a partir de las 8:30 de esta mañana, más de 20 unidades del flamante modelo de Chevrolet esperaban que los casi 40 enviados especiales de los distintos medios argentinos se sentaran por primera vez al volante. Este enviado tuvo la oportunidad de subirse a la unidad número 1 y abrir la caravana.

El recorrido nos llevó, primero, por las autopistas que rodean la ciudad de Mendoza, para luego tomar la ruta 7 en dirección hacia la cordillera de los Andes hasta llegar a las puertas de la bodega Ruca Malén, sitio dispuesto para el cambio de pilotos y un pequeño reabastecimiento (en el estómago).

Lo primero es lo primero. El Agile es, tal vez, más lindo de lo que parece por fotos. Muchas veces uno tiene una sensación al ver un vehículo a través de las fotos que luego no se concreta en el mano a mano. Este no fue el caso. En especial, por el color verde de la unidad que nos tocó en suerte. A juicio de quien escribe, uno de los tres colores que mejor le sientan a este auto (los otros que nos gustaron sobremanera fueron el verde oscuro, tipo militar, y el rojo).

DISEÑO
Lo más importante está logrado: el auto es verdaderamente lindo y llamativo, con un diseño realmente moderno, compacto y deportivo. Pero no queremos ahondar mucho en estas cuestiones de poner en palabras lo que simplemente se puede decir con un gusta o no gusta. Como dijera alguna vez un gerente de marketing de otra terminal automotriz, está estudiado que más del 60% de la decisión de compra de un auto está influenciada por el diseño. Esto es, la compra de un auto es básicamente emocional. Después podrán buscarse distintos argumentos racionales para darle marco y justificar esa elección, pero lo más importante es que el auto guste. Y creemos que difícilmente este auto pueda no gustarle a alguien.

Del diseño nos ocuparemos oportunamente cuando ampliemos esta primera impresión con el correspondiente test (dentro de muy pocos días). Lo único que vamos a decir es que se trata de una nueva identidad para la marca.

Sentados al volante la sorpresa es grata. Mucho más de lo que esperábamos y habíamos juzgado por las fotos… una muestra más de que muchas veces las fotos “engañan”. Personalmente, nos pareció mucho más lindo de lo que habíamos visto, especialmente el tablero de instrumentos, al que habíamos catalogado como antiguo. Ahora debemos ser justos y aceptar errores de apreciación: no lo queda nada mal. La iluminación azul, llamada ice blue (y será la nueva identidad de los interiores de los productos de la marca de ahora en adelante) le queda muy bien y, especialmente, le da un toque muy original a algo donde cuesta innovar sin caer en lo inútil. En algún punto nos recuerda a la identidad que habían logrado los modelos de VW con la iluminación rojo-azul hace unos años atrás.

INTERIOR
La posición de los comandos es por demás correcta, no anotamos críticas en este sentido. La posición de manejo se encuentra fácilmente mediante la regulación en altura de butaca y volante. Aclaramos, por las dudas, que nos subimos a una versión full, es decir, la LTZ. Como la carrocería tiene buena altura, ninguna persona (al menos de hasta 2 metros de altura) debería tener problemas. El espacio al techo es por demás generoso. Eso sí, el único problemita lo tendrían los de más de 1,80 metro que se sienten atrás porque los apoyacabezas les van a quedar un poco bajo y pueden ser un poquito molestos (además de tocar el techo). Lo bueno es que el espacio para las piernas es generoso.

La terminación del interior también nos sorprendió gratamente. A ver… ¿hay cosas para mejorar o que podrían ser mejor? Siempre. Pero hay que mirarlo desde donde corresponde y, si bien hay pequeños detalles mejorables, está por encima de lo que puede ofrecer algunos de sus competidores más directos, como el Sandero o el Fox. Los comandos son muy agradables al tacto, lo mismo que el volante y la palanca de cambios. No son detalles menores. Más bien todo lo contrario si pensamos que volante y palanca es lo que se toca todo el tiempo en un auto.

Hay muchos lugares para dejar objetos. La capacidad de la guantera es muy buena, hay cuatro posavasos y cada puerta tiene su correspondiente portamapas (incluso hay en los respaldos de las butacas delanteras). El auto no trae encendedor, pero sí tiene el lugar para incorporarlo.

CORAZON
Qué decir del motor. Cuando uno tiene algunos años probando autos, muchas veces alcanza con leer una ficha técnica para intuir (con bastante grado de precisión) lo que se puede esperar de una planta motriz. Y aquí sí que no hubo sorpresas (ahora sacamos pecho). Está claro que el motor es el mejor que podía utilizarse, teniendo en cuenta los pobres resultados en términos de rendimiento y performance del 1.8 que no sólo utiliza la marca en el Corsa, sino también Fiat los utilizada para el Palio, Siena e Idea.

Sabiendo que este 1.4 tiene 92 caballos (es el mismo que tiene el Corsa Classic pero con un par de CV menos por otra puesta a punto), no podíamos esperar rendimientos en ruta que nos sorprendieran. Se trata de un motor que va muy bien en la ciudad, con un consumo muy contenido y con una potencia suficiente para moverse entre las calles, ámbito donde, en definitiva, se moverá con mayor frecuencia el usuario tipo de este auto. Ahora bien, para la ruta el motor queda un poco chico. El consumo a 120 km/h sigue siendo muy contenido (apenas 8,5 litros cada cien), pero a esa velocidad el motor ya está en las 4.000 vueltas y el ruido se escucha bastante (la insonorización podría mejorarse, incluso porque la bocina se escucha más adentro que afuera…). Pese a esto, creemos que la elección por este motor es acertadísima en función de que, reiteramos, es mucho más racional, económico y moderno que el 1.8 y porque, en definitiva, la mayor parte del uso seguramente estará dado en el ámbito urbano.

Estas son las primeras conclusiones que pudimos sacar en un primer contacto de poco más de una hora de rodaje. La promesa es, entonces, la evaluación completa dentro de pocos días nada más.

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