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ESTANCIAS EN LA COSTA

TURISMO RURAL CON AIRE DE MAR

Alojarse en una estancia, gozar de las actividades rurales, andar a caballo, tumbarse en una reposera a tomar sol y sumergirse en el mar es posible en el mismo día y en el mismo lugar. Hace unos cuantos años nació el concepto de chacras marinas como una alternativa que une los típicos ingredientes de campo con las vacaciones en la playa.

En Uruguay está muy desarrollado el sistema en la zona de Punta del Este. En San Ignacio, por ejemplo, están las exclusivas chacras que se alquilan por temporadas y combinan diseño, confort, naturaleza y extensas playas.

La modalidad se está importando a las costas argentinas y se van sumando constantemente nuevos establecimientos. Muy cerca de las principales playas bonaerenses hay varias estancias que abren sus tranqueras para recibir a todas aquellas personas que quieran disfrutar del aire del campo y del mar, todo junto.

Las opciones son amplias. Se puede optar por alojarse o escaparse de la rutina de las vacaciones en la costa por un día para ir al campo y disfrutar del típico asado, las cabalgatas, tardes de mate y todos los condimentos que tiene que tener un día bien campero. También, por qué no, se los puede tener en cuenta como opción para hacerse una escapada durante el año.

Entre Pinamar y Mar de Ajó, a 30 y 15 kilómetros respectivamente, se encuentra Rincón de Cobo, un complejo de chacras marítimas establecidas en una zona completamente despoblada que antiguamente pertenecía a una gran estancia. Médanos, playa y campo lo suficientemente alejados de las multitudes en los destinos clásicos del verano. Son en total siete casas que se levantas algunas más cerca del mar y otras mas alejadas. Lo de Matías, Lo de Braun, Médano, Villamar, Las Schiras, Bosque y Miralejos son las opciones.

Aquí se pueden hacer cabalgatas por las costas casi vírgenes y desoladas. A una hora de distancia a lomo o haciendo una caminata por la playa está el Faro Punta Médanos que se levanta imponiendo todo su estilo francés en medio de un paisaje solitario de mar y arena.
Algunas de las chacras como Lo de Matías, Lo de Braun o Miralejos tienen acceso directo a la playa. Otras como Bosque están a una distancia de 2000 metros. Todas las casas tienen TV, ropa de cama y leña. Entre los servicios que se brindan están el desayuno (solo en temporada baja) y servicio de mucama. Además, se pueden contratar excursiones a Mundo Marino y Termas Marinas.

Tradición en Pinamar
Un poco más alejada de la costa está la Estancia La Unión, a 45 kilómetros de Pinamar y Cariló. Desde hace 175 años esta estancia pertenece a la Familia López Saubidet. Cuatro casas de estilo colonial conforman el casco principal y están enmarcadas por una magnifica arboleda centenaria. La “casa del aguaribay” y la “casa grande” conservan su carácter campero pero han sido acondicionadas para brindar todo el confort de los tiempos actuales a los huéspedes. Las otras dos casas y los galpones están destinadas a la familia y a las tareas habituales del campo. Entre las actividades están incluidas las cabalgatas, paseos en carro, observación de las tareas cotidianas de la estancia. Todo con el condimento infaltable de los asados y las tardes de pileta alternando con escapadas al mar en verano.

Mar del Plata
A solo 10 kilómetros del centro está la Estancia Ituzaingó, cerca de Sierra de los Padres y Balcarce. Para alojarse en este campo, que en su historia ha sido testigo de la fundación de Mar del Plata, hay dos casas de estilo criollo construidas en el año 1862 destinada a los huéspedes. Sus 240 hectáreas están en plena explotación agropecuaria hecho que la convierte en una alternativa bien genuina y no “montada para el turismo”.

Siempre con reserva previa, serán recibidos con un clásico copetín, asado al mediodía y, a la tarde, todo tipo de delicias criollas (pastelitos, pasta frola y masitas). Además de comer se puede andar en bici, hacer cabalgatas, pasear en cosechadora y disfrutar de la pileta. Los que se alojen por la noche podrán disfrutar del espectáculo que brindan las luces de la de la ciudad, el terreno quebradizo de esta zona de serranías brinda panorámicas de una belleza considerable.

Otra opción a 12 kilómetros del mar en Mar del Plata es la estancia La Reserva. En este establecimiento funcionó la antigua fábrica de quesos y dulce de leche La Cucharita. El campo tiene 355 hectáreas y las construcciones son del año 1930. Además de la hacienda en el campo, acá se pude ver también el proceso productivo de los lácteos. En el tambo todos los días se ordeñan más de 300 vacas. Es ideal para ir con los más chicos que tanto disfrutan de los animales. También hay un criadero de llamas que se esquilan, se hila la fibra de su lana y se la utiliza en la fabricación de prendas que se venden allí mismo. Un día de campo además, no es tal sin caballos y acá está la posibilidad como en todas las demás de hacer cabalgatas, paseos en carro o disfrutar de la pileta y el sauna.

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