Josito Di Palma recordará este domingo de agosto por siempre. Después de 52 carreras dentro del TC, y de pelearla por la falta de apoyo económico, el arrecifeño pudo desahogarse en el trazado en el que, curiosamente, también triunfó por primera vez su padre José Luis, en 1998.
El piloto de Torino comenzó muy bien el fin de semana. Se colocó en el 8º puesto de la clasificación, finalizó 3º en la serie y se mantuvo expectante desde el sexto lugar una vez que la competencia se puso en marcha. Pero cuando ingresó a boxes ganó la carrera.
Para esta fecha, la divisional dispuso que los coches ingresaran a los garages para recambiar, obligatoriamente, la rueda delantera derecha. La medida se hizo con la finalidad de brindar un espectáculo distinto. Y es lo que benefició a Josito, ya que ingresó, su equipo Maquin Parts le reemplazó el neumático en menos de 20 segundos y volvió a pista delante de Matías Rossi (Chevrolet), quien hasta ese momento dominaba.
“Estoy feliz por haber logrado mi primera victoria en el TC, con todo lo que eso significa, pero más contento por el gran equipo que tengo. Hicieron un trabajo fantástico en boxes. Por eso este logro es 90% de ellos y el otro diez es mío”, manifestó Di Palma antes de quebrarse de la emoción.
Con este resultado, Josito trepó hasta el 13º puesto del campeonato y quedó a un paso de ingresar al playoff. Rossi, finalmente escolta, ascendió a lo más alto con 373 unidades, seguido por Facundo Ardusso (16º con el Dodge) con 354. Jonatan Castellano fue tercero con el Dodge.
El próximo compromiso de la máxima categoría nacional será el 31 de agosto en el veloz y remozado (fue reasfaltado por completo) de Rafaela, escenario que definirá a los doce integrantes de la Copa de Oro que pugnarán por el título.