El sector autopartista, se posiciona como el eslabón más débil de la cadena automotriz. Según datos de la industria, del 100% del precio de un auto nacional, sólo un 20% corresponde a piezas totalmente fabricadas en el país; un 30% tiene que ver con la mano de obra y costos financieros. Y el 50% restante representa productos importados desde Brasil y países extra Mercosur.
Este esquema fue reiterado por Norberto Taranto, titular de la autopartista homónima (especializado en juntas para motores), en una entrevista con el diario El Cronista, publicada hoy. Más allá de los reconocidos avances por parte del sector que se fueron registrando de 2003 hasta no hace mucho, el empresario sigue apelando a los ’90 como argumento de la situación actual. El presente del sector –consideró- es consecuencia de la política económica de los ´90 y el accionar de las fábricas en ese momento.
En este sentido, Taranto le dijo a El Cronista que “el daño causado por la política liberal en la industria debe ser reconocido, enmendado por las terminales automotrices, privilegiando a la Argentina sobre Brasil por todo lo que se fue en esa década”.
El representante del grupo autopartista familiar con proyección en Brasil y negocios en el sector agropecuario y que tuvo presencia en el inmobiliario, aseguró que las automotrices tienen un discurso “bastante proteccionista, pero no de los intereses del país sino de sus empresas”.
Luego de ponderar el trabajo que hace la ministra de Industria Débora Giorgi y el secretario de Comercio Guillermo Moreno, el industrial reconoció responsabilidades. “Nosotros debemos ser más competitivos, ajustar nuestros procesos”, aseguró Taranto a El Cronista.
Frente a la consulta de si una devaluación ayudaría a generarla, Taranto negó esa posibilidad pero pidió estar en igualdad de condiciones impositivas y cambiarias con Brasil. “Hoy compro mis insumos a $ 4,62 por dólar, y vendo a $ 4,39 por la carga tributaria. Yo vendo y pago 2% de ingresos brutos que mis competidores de Brasil no lo tienen, esto me haría vivir sin una devaluación”.
No obstante, en paralelo, respecto de la paridad peso y real frente al dólar, Taranto insistió con que la cotización de la divisa norteamericana “debería tener un reacomodamiento que vaya acompañando la inflación”.
En cuanto a la industria, para lo que resta del año, Taranto pronosticó que el sector industrial “podría estar 10% debajo de 2011, tanto en producción como en ventas”; y reconoció que en el sector “no crece el empleo, no se están haciendo horas extras”.
De todas formas se mostró optimista. “La situación actual, parece un reflejo de los últimos tres trimestre de 2008 y el primero de 2009, por lo que espero un 2013 espectacular”, dijo Taranto al diario color salmón.