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POR EL ENCUADRAMIENTO SINDICAL

SMATA, EL OBJETIVO 2011


De cara a 2011 y luego de meses de cierta paz, en poco tiempo más comienzan las negociaciones paritarias, y la relación entre terminales y  el gremio del SMATA promete comenzar a escribir nuevos capitulos en una historia que siempre osciló entre el amor y el odio.

Más allá de la discusión por el nivel de aumento salarial, de acuerdo a una nota de Ambito Financiero que firma el amigo Horacio Alonso, el principal foco de tensión podría darse por el intento del  sindicato de sumar a sus filas los miles de trabajadores de las terminales que se encuentran fuera de convenio. Se trata  básicamente de todos los empleados administrativos e, incluso, personal jerárquico, que no están afiliados al sindicato que supo conducir por años el histórico José Rodriguez y hoy está bajo la tutela de Mario Manrique.

La movida que puede hacer recordar a las avanzadas constantes del lider de los camioneros Hugo Moyano, cuenta con un detalle según Ambito: hay consenso dentro de estos empleados de quedar bajo el ala del gremio de los mecánicos.

Y la nota ubica la situación en la historia: El sector administrativo y jerárquico siempre fue reticente a formar parte de los empleados bajo convenio porque, tradicionalmente, lograban en las negociaciones individuales mayores beneficios y aumentos que los trabajadores sindicalizados.
 Esto se debía a que desde finales del Gobierno de Raúl Alfonsín no estaban abiertas las paritarias. Pero desde que se retomaron las discusiones salariales en 2005, la situación se revirtió. En los últimos años, por el boom automotor, el sindicato de mecánicos  logró importantísimos aumentos -no menos del 25% anual- mientras que los salarios del personal fuera de convenio creció a un ritmo mucho menor, arroja la nota.

Esto provocó que en la actualidad existan situaciones insólitas como que el operario que trabaja en la línea de producción gane igual o más que un jefe de sección y se aproxime a los ingresos de bolsillo de un subgerente. Por ejemplo, un operario de línea cobra apenas ingresa un salario de entre $ 6.000 y $ 8.000, mientras que un empleado administrativo nuevo no supera los $ 4.000. Un operario mecánico con antigüedad puede llegar a los $ 12.000 mientras que el sueldo de bolsillo de un gerente se ubica en $ 13.000 o más. Obviamente, a esto hay que sumarle distintos beneficios.

En alguna de las terminales delegados del SMATA -puntualiza la nota de Ambito Financiero-  ya están juntando firmas para sumar apoyo a esta iniciativa y con este consenso sentarse a discutir con las empresas el pase de los trabajadores. De esta manera, las máximas autoridades de las compañías no tendrían mucho margen para oponerse ya que existiría la voluntad de estos empleados a sumarse al gremio mecánico lo que, desde el punto de vista legal, no puede ser impedido.

Las empresas intentarán oponerse a este traspaso pero el tema es evitar cualquier conflicto. Es que las terminales están trabajando a full y por eso que no quieren escuchar la palabra huelga ya que perder un día de trabajo les significa un fuerte daño económico. Esa debilidad es la que el SMATA hará pesar para conseguir el objetivo como hace para lograr esos importantes aumentos.

Las paritarias para el sector automotor se llevarán a cabo entre abril y septiembre y deberán ser avaladas por el Ministerio de Trabajo que conduce Carlos Tomada. De las once terminales asociados en ADEFA, los trabajadores de diez están afiliados al SMATA; sólo Peugeot-Citroën pertenece a la UOM.

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