El fabricante indio del auto más barato del mercado global que hace furor en el mundo estudia la posibilidad de ceder la licencia de producción a otros fabricantes. La movida de Tata Motors serviría para ayudar a cubrir la alta demanda del modelo.
Se les otorgaría a los potenciales productores unos permisos para una producción máxima de 10.000 unidades por año, y así se alivianaría algo de la tremenda demanda que le significó a Tata el lanzamiento del Nano.
Ya por su parte, la automotriz india se encuentra avocada a la construcción de nuevas instalaciones para aumentar en 250.000 unidades la capacidad productiva del Nano, por lo que la expectativa que tiene Tata – que el Nano llegue a mercados extranjeros como el nuestro en tres meses- podría verse cumplida. Lo que se dice un éxito total.