Hace ya varios meses que Saab viene luchando en lo que es una ya prolongada agonía contra una profunda crisis económica que amaga con terminar con su vida definitivamente. Varias maniobras de salvataje la pusieron en carrera cuando parecía que estaba todo terminado pero en los últimos días las cosas se pusieron más difíciles. Al anuncio ya previsible de que no se presentará en el autoshow de Frankfurt, en los últimos días llegaron noticias acerca de un posible embargo, lo que sería el final de la marca.
Hace dos meses Saab debió dejar de fabricar autos por no poder pagar a sus proveedores y allí comenzó un intento desesperado por conseguir liquidez de la manera en que sea posible, pero los más de 60 millones de euros recolectados no fueron suficientes. Sin poder fabricar autos, no tiene ingresos y eso anuló su margen de maniobra.
Ante esta situación, la agencia sueca de deuda libró un embargo de bienes y activos al contactar a algunos de los bancos que le dieron crédito a Saab. El proceso de embargo se inició tras el reclamo de menos de un millón de euros por parte de algunos acreedores (debe varios millones), y si se concreta, podría ser el principio del fin.
Si las cosas siguen su curso, la suerte de Saab podría ser similar a la de MG.
Recordemos que esta marca británica de autos deportivos fundada en 1924, cesó su producción en 2005 cuando el grupo al que pertenecía la marca, MG Rover, se declaró en quiebra. Sin embargo, a comienzos de 2007 los nuevos propietarios de la marca, Nanjing Automobile Group, que había adquirido la empresa MG Rover, retomaron la producción de MG en la planta de Longbridge (Inglaterra), así como en otra planta de producción en China.