Tras dos años de agonía parece que le llegó e final. La matriz de Saab, Swedish Automobile (Swan), solicitó ante el Tribunal de Distrito de Vanersborg la declaración de suspensión de pagos del fabricante sueco al no prosperar las negociaciones para que la china Youngman adquiriera la compañía.
Youngman le informó a Saab que no puede concluir la transacción de fondos para completar la reorganización de la empresa, como consecuencia de la posición de General Motors, anterior propietaria de la firma escandinava, que se opone a la transacción por cuestiones de derechos de propiedad intelectual sobre su tecnología.
Saab admite que no tiene otras formas de obtener financiación adicional, lo que le convierte en una empresa insolvente. El consejo de la firma ha decidido pedir la suspensión de pagos, al considerar que es lo mejor para sus acreedores.
La compañía espera que el juez apruebe la petición a la mayor brevedad posible y que nombre a los administradores para la gestión de la empresa.
Stefan Lövren, vocero del sindicato IF Metalls, el más representado en Saab Automobile, mostró su esperanza de que aparezca otro comprador que pueda rescatar en el último momento a la firma de lo que parece la desaparición tras dos años de agonía.