Tras confirmarse la nueva alianza entre PSA Peugeot-Citroën y General Motors, llegó la hora de definir los rumbos que ambos consorcios pondrán en marcha. Días atrás el comité que conformaron ambas firmas se reunieron en Detroit –cuna de GM- y de allí trascendió que Brasil se perfila entre los planes para instalar una planta conjunta.
De acuerdo a lo publicado por la revista brasileña Veja, la construcción de la nueva planta demandaría un desembolso de u$s1.200 M (poco más de R$2.400 M).
La planta podría instalarse en Río de Janeiro, en donde PSA tiene su planta desde 2001, o en Minas Gerais por estar cerca de autopartistas. La decisión debería tomarse antes de fin de mes.
Según la publicación, de estas nuevas instalaciones saldrían cuatro modelos, dos de cada automotriz, lo que permitiría un ahorro anual de u$s1 M.
La alianza entre General Motors y PSA Peugeot Citröen fue anunciada en el arranque de marzo cuando la firma estadounidense acordó pagar cerca de u$s420 M por una participación de 7% en el consorcio galo.
Las propuestas giran en torno a intercambiar el know-how de ambas firmas; GM aprovecharía la experiencia de PSA en compactos, y el grupo francés haría lo suyo con la experiencia de GM en SUVs y sedanes grandes.
Ya se había mencionado la posibiliad de un subcompacto para Latinoamérica y recientemente Frederic Saint-Gerous, director general de Peugeot, afirmó al diario italiano Corriere Della Serra que la unión podría originar un crossover, una minivan compacta, dos modelos medianos y otros dos compactos cuyos lanzamientos se aguardarían recién para 2016.