Test Drive

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Prueba Chevrolet Cruze Premier | ¡Tiene internet!

Además de la renovación estética, el mediano producido en Santa Fe incorporó mayor dotación de seguridad, de confort y la posibilidad de conectar varios teléfonos móviles a través de un plan de datos inalámbrico. Mantiene el motor 1.4 turbo de 153 CV asociado a una caja automática de seis marchas.

Cruze le devolvió a la fábrica de Alvear de General Motors el protagonismo que merecía, con un proyecto global y de importancia como lo fue, en 2016, el inicio de producción de los Cruze y Cruze 5 (hatch).

Hace algunos meses fuimos a conocer el nuevo tope de gama Premier a Brasil (leer aquí), y tras la espera, pudimos hacernos de un Hatch automático. Es una nueva variante, con un nuevo look y con adiciones tecnológicas y de seguridad más que interesantes. Te contamos todo a continuación.

Estética

Pasaron tres años desde su lanzamiento y si bien no se lo veía desactualizado, Chevrolet decidió echar una mano de pintura en la trompa del Cruze. También hay renovación de paragolpes, opticas traseras y llantas (de 17”).

Hace algunos años Chevrolet decidió renombrar la denominación de sus modelos, dejando a Premier como el full de cada gama. Con esta nueva variante la marca del moño agregó un escalón más por encima del LTZ Plus.

Las novedades de equipamiento pasan por el sistema de frenado autónomo de emergencia (reconoce autos y peatones), alerta de riesgo de colisión frontal (como en S10), alerta de punto ciego y sistema de mantenimiento de carril.

El resto, compuesto por una dotación muy completa que incluye sensor de lluvia y de estacionamiento con cámara de retroceso, seis airbags, fijaciones isofix, faros antiniebla delanteros y traseros. En el debe: control de crucero adaptativo teniendo en cuenta las tecnologías que incorporó y faros de LED (tiene halógenos adaptativos).

Habitabilidad

En sus 2,70 metros entre ejes pueden alojarse cinco pasajeros. Atrás pueden viajar tres adultos aunque quien viaje en la central lo hará algo más incómodo. El espacio para piernas es aceptable, y la calidad general del habitáculo es buena. Nos sorprendió el poco lugar para dejar objetos como billetera, llaves y teléfono.

Atrás, contarán con un baúl de unos ajustados 290 litros de capacidad de carga. La buena noticia es que si las plazas traseras están libres, se pueden reclinar los respaldos en su totalidad, o bien en un tercio o dos tercios, incrementando la carga hasta 800 litros. La presentación es buena y la contratapa está tapizada.

Adelante el conductor dispone de regulaciones eléctricas y una volante que puede ser configurado tanto en altura como en profundidad con lo cual se puede alcanzar una excelente posición de manejo. Las butacas, de cuero, brindan una muy buena sujeción al esqueleto.

Otra de las novedades (tal vez la más significativa) del modelo es la incorporación de un módulo WiFi en las entrañas del modelo. A través de un plan (incluye una prueba de 3 giga) se pueden conectar varios equipos a internet para tener a la red de redes de acompañante. La operación es intuitiva y anduvo perfecto en donde circulamos (CABA y GBA).

Motor

No hay novedades en la planta impulsora. Se sigue comercializando con el 1.4 turbo-nafta fabricado en la flamante planta de motores dentro del complejo.

Se trata de un impulsor de buena entrega desde la zona baja del cuentavueltas que entrega cifras a la altura de su reputación: 8,5 segundos para el cero a cien y 29 segundos para cubrir el kilómetro, cifras buenas para un auto familiar.

Por el lado del consumo, entre 6,2 y 8,1 para circular en ruta (a 100 y a 130 km/h, respectivamente) y en urbano no llega a promediar 10 litros “cada cien”, cifras que hablan de la eficiencia del motor Ecotec.

Los 153 CV que eroga el cuatro cilindros se transmiten a las ruedas delanteras con una caja automática de seis velocidades -y opción secuencial- bien relacionada que cumple aceptablemente con su tarea.

Comportamiento dinámico

Desde su lanzamiento el Cruze nos gustó por ser un vehículo bien equilibrado con algunas licencias de exigencia. Tiene un esquema tradicional de suspensiones adelante (Mc Pherson) y atrás se apoya en una barra de torsión.

Notamos una ligera tendencia a irse de trompa, pero siempre que se lo exija en curvas cerradas, algo para lo que el auto no fue concebido. Aun así, insistimos, el Cruze es un vehículo bien apoyado, con un interesante compromiso entre confort y comportamiento dinámico.

A la hora de estacionar sus 4,45 metros de largo, no hay excusas: cuenta con asistente de estacionamiento paralelo y perpendicular (tanto izquierda como derecha), cámara de retroceso y sensores delanteros y traseros.

La dirección, por su parte, muestra una buena ambivalencia tanto a velocidades constantes como circulando en ciudad.

Precios y rivales

El segmento de medianos siempre fue un buen cupo de ventas para las marcas radicadas en el país. Sin embargo en el último tiempo, algunos exponentes dijeron adiós o se fueron silbando bajito.

Así las cosas, los competidores hoy en día con cinco puertas son el Golf, Kia Cerato, Peugeot 308, como los más representativos, donde el Cruze tiene una relación precio/producto superior.

Dentro de su segmento, el Cruze nacional tiene todo para ser referente: comportamiento, equipamiento y calidad.

+ Equipamiento general
+ Conexión WiFi
+ Prestaciones y consumo

– Auxilio temporal
– Ópticas halógenas
– Pocos portaobjetos

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