Los stocks de las automotrices brasileñas ostentaban entre 2009 y 2010 el equivalente a 27 días de ventas en promedio y en la actualidad acumulan vehículos suficientes como para abastecer las ventas de 40 días.
De acuerdo a un informe de Abeceb.com, consultora económica dirigida por Dante Sica, en los peores momentos de la crisis económica internacional iniciada en 2008, el stock llegó a alcanzar los 52 días.
Luego de un 2010 con un buen desempeño, en donde el patentamiento creció un 11,9% con respecto al año anterior, el mercado brasileño se mantuvo en 2011 en buenos niveles, aunque hacia el cierre del año, diversas medidas directas e indirectas han afectado su comportamiento.
Con ello, en la primera quincena de diciembre se comercializaron 157.514 unidades en Brasil, un 10,9% menos que las vendidas durante la primera quincena de diciembre del año pasado y este no es un dato menor para la Argentina. Es que nuestro país destina el 80% de sus exportaciones automotrices a Brasil, hacia donde ha despachado en promedio más de 34.000 unidades mensuales durante 2011.
De todas maneras, la contracción de diciembre no es tan sorprendente si se considera que durante el mismo mes del año pasado las ventas de autos en Brasil subieron fuertemente, ya que los consumidores aprovecharon la última instancia de un beneficio impositivo que existió durante 2009 y 2010 y permitió a los autos de menor tamaño, y más volumen de ventas, reducir sus precios en el orden del 8 por ciento.
De forma más preocupante las menores ventas registradas entre los primeros quince días de diciembre de 2011 y la primera quincena de noviembre del mismo año, la cual fue del 1,7%, cuando habitualmente las ventas suelen aumentar en el vecino país, entre los meses de noviembre y diciembre.
Este escenario se debe en parte a la decisión del Banco Central de aumentar las tasas de interés, afectando el financiamiento para la compra de vehículos, con lo cual el patentamiento ha mostrado un freno en el tercer trimestre del año.
En paralelo, esto ha generado un significativo aumento en los stocks de las automotrices instaladas en el país vecino.
Bajo este escenario queda por verse cuál será la influencia que tendrá para la Argentina, la entrada en vigencia de un incremento de 30 puntos porcentuales en la alícuota del Impuesto a los Productos Industrializados (IPI), para aquellos autos que no cumplan determinadas condiciones, como la de poseer un 65% de contenido local.
Con esa medida Brasil busca frenar el fuerte avance de los autos importados en el total de las ventas, que han superado el 20% de los patentamientos, cuando en 2005 sólo representaban un 5% de las mismas.
Si bien se ven exceptuados de la medida la Argentina, Uruguay y México, habrá que ver qué sucede aunque la expectativa local es mejorar su participación relativa en el mercado del vecino país, que aunque ha aumentado en términos absolutos, ha visto caer su porcentaje de participación en las compras de Brasil.