Porsche aprovechó el Salón del Automóvil de New York para presentar ante el público estadounidense el nuevo Boxster Spyder, el cual llega al mundo como la variante más exclusiva de la nueva edición del roadster.
La primera diferenciación del modelo corre por cuenta del diseño, el cual fue basado en el del Cayman GT4, sacando provecho de un estilo frontal exclusivo y una carrocería descapotable que ofrece su mayor atracción en la parte posterior, donde hay dos aletas longitudinales que se conectan con la zona del habitáculo.
Para eliminar peso, utiliza una capota de lona que carece de motor eléctrico y se quita y se coloca manualmente, además de ser guardada en un espacio ubicado detrás del habitáculo, bajo de la tapa trasera que también brinda acceso al motor.
Con el mismo objetivo, este Porsche tampoco cuenta -de serie- con elementos como el aire acondicionado y el sistema multimedia. Sin embargo, dichas piezas pueden ser pedidas por el cliente sin cargo alguno.
Y si nos referimos al propulsor, utiliza el motor bóxer que está presente en el Cayman GT4. Se trata de un bloque con seis cilindros opuestos y 3,8 litros de cilindrada que eroga 375 caballos de potencia.
En el habitáculo mantiene el diseño conocido, al cual incorpora butacas de estilo deportivo en cuero oscuro, y un nuevo volante con un diámetro de 36 cm.
La transmisión elegida por la marca es exclusivamente una del tipo manual, la cual a su vez se asocia con la tracción en el eje trasero. El trío le permite llegar a los 100 km/h desde parado en 4,5 segundos, además de alcanzar una velocidad final de 290 km/h. A eso se le suma un consumo de consumo 9,9 l/100 km.
La configuración sport también incluye una suspensión deportiva con una altura 20 milímetros más baja, al mismo tiempo que ofrece los mismos frenos del 911 Carrera y una dirección con una respuesta más directa.
