Los ingenieros de la casa de Stuttgart le dieron una vuelta de tuerca más al superdeportivo 911 Turbo y crearon un nuevo vehículo mejorando la potencia, el rendimiento y la dinámica de conducción de un clásico.
El nuevo 911 Turbo ahora suma la “S” viene equipado con el Boxer seis cilindros impulsado por un turbocompresor de gas con tubo de escape doble, con turbina de geometría variable lo que lleva a aumentar en 30 CV la potencia del 911 Turbo… la nueva bestia de Porsche entrega la friolera de 530 caballos con un par máximo de 700 Nm.
A pesar del aumento de potencia y rendimiento, el nuevo 911 Turbo S consume 11,4 l/100 km, cifras que comparte con su hermano menor (el que no trae S y 30 CV menos). Asimismo, con el aumento del motor, el nuevo superdeportivo mejora las prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, frente a los 3,6 segundos de su gemelo y logra una velocidad máxima de 315 kilómetros por hora, frente a los 312 del Turbo.
El Porsche 911 Turbo S se comercializa de forma exclusiva con el cambio automático PDK de siete marchas y doble embrague y con la tracción integral. A todo ello se suma un completo equipamiento en el que se incluyen de serie elementos como el launch control –control de salida desde parado-, frenos cerámicos, entre otros.
El nivel de equipamiento “estándar”, incluye iluminación dinámica en las curvas (Dynamic Bending Lights); ruedas de 19 pulgadas con el diseño de las del RS Spyder, con bloqueo central; volante deportivo de tres rayos con paletas para cambios de marcha; asientos deportivos adaptables; control de velocidad de crucero; cambiador de CD/DVD y tapizado exclusivo de cuero con dos tonos combinados en Black/Crema o Black/Titanium Blue. Algunos detalles que dan cuenta de la clase y calibre de este primer Turbo S que la casa alemana lanza en cinco años.