La gama 911 le dio la bienvenida a un nuevo superdeportivo, el 911 R (Racing), el cual se destaca por haber sido desarrollado por la división de competición de la marca alemana, lo que anticipa sus intenciones.
El nuevo modelo se destaca, en primer lugar, por la estética deportiva que le provee una serie de piezas específicas como los paragolpes delantero y trasero, las llantas de aleación de 20 pulgadas con tuerca central y las líneas longitudinales (pueden ser rojas o verdes, según el color del auto), las cuales están basadas en el 911 R original de la década del sesenta.
En el interior brilla con su estilo sobrio y deportivo, con una presentación que incluye generosas butacas deportivas y la denominación de la versión, de la que sólo se producirán 991 unidades, en los zócalos.
La mecánica se caracteriza por su planteo clásico que comienza con un motor naftero 4.0 del tipo bóxer (cilindros opuestos) sin sobrealimentación, el cual entrega 500 CV a 8250 rpm y 460 Nm de torque a 6250 rpm.
La transmisión para esta variante es una manual con seis velocidades, que a su vez se conecta con la tracción en las ruedas posteriores, donde además posee un diferencial mecánico autoblocante.
Si nos referimos a las prestaciones, la aceleración de 0 a 100 km/h la resuelve en sólo 3,8 segundos, la velocidad máxima es de 323 km/h y el consumo mixto se ubica en los 13,3 l/100 km.
Este 911 es además 50 kilogramos más liviano (1.370 kilogramos) en comparación con el 911 GT3 RS debido a la presencia de materiales como el carbono (en el capó), el magnesio (en el techo) y el plástico liviano (en ventanas y luneta), entre otras mejoras.
El 911 R también incluye frenos con discos cerámicos, escape de titanio con doble salida central y dirección en las ruedas posteriores. Un Porsche ideal para “puristas”.