Porsche estrenó el nuevo 718 Boxster, un deportivo que reemplaza al conocido Boxster y que se presenta como una nueva generación, aunque manteniendo características del modelo precedente.
El principal cambio se dio en la mecánica a través de los nuevos motores nafteros bóxer con cuatro cilindros y sobrealimentación con turbocompresor, los cuales llegan para reemplazar a los anteriores bóxer atmosféricos de seis cilindros.
El 718 Boxster está equipado con un propulsor 2.0 con 300 CV (35 más) y 380 Nm de par entre 1.950 y 4.500 rpm, el cual se puede asociar con una caja manual de seis velocidades o con una automática PDK con doble embrague (opcional), conjunto con el que acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y llega a los 275 km/h. Además, consume 13% menos que su antecesor.
El 718 Boxster S, por su parte, tiene un 2.5 con turbo de geometría variable, 350 CV (35 CV ) y 420 Nm, que combinado con la transmisión automática, que también es opcional, puede acelerar de 0 a 100 en 4,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 285 km/h. En ambos casos, el motor es central y la tracción es posterior.
A eso se suman la dirección más directa, los cambios en el chasis (con opción a uno deportivo con 20 mm menos de despeje), la suspensión activa y el Paquete Sport Chrono con diferentes modos de conducción.
La estética, por su parte, cuenta con flamantes ópticas delanteras y traseras, paragolpes y llantas de aleación y nuevas manijas y entradas de aire laterales, mientras que el parabrisas, la capota de lona (con accionamiento eléctrico) y el baúl no presentan cambios respecto al modelo anterior.
Otras de las modificaciones del modelo, está en el habitáculo biplaza, espacio en el que adoptó un tablero con diseño diferente en combinación con la nueva central multimedia Porsche Communication Management (PCM). El nombre del modelo evoca a los exitosos Porsche 718 de competición que se lucieron entre los años cincuenta y sesenta.