Producción Autos

EL PROBLEMA ENERGETICO SE AGIGANTA

POR QUE CORRE PELIGRO EL BOOM PRODUCTIVO

Por estas horas nadie duda del buen presente por el que atraviesa el sector automotor. Pero con una demanda sostenida que puede superar el récord de 2008 (incluso se demora hasta un mes el poder patentar una unidad); y una producción que se puede ubicar en las 700.000 unidades para este 2010, hay problemas no menores que sobrevuelan por estas horas y obligarían a cortar las actividades en varias plantas.

No es ni más ni menos que la falta de abastecimiento energético la que pone al sector en la encrucijada de detener o no las líneas de producción.

El problema no es nuevo y es generalizado. Allá por 2005/06 varias empresas se vieron a obligadas a dejar de operar producto de los cortes de suministro de gas. Pero aquella situación dejó una enseñanza y todas las terminales desembolsaron no menos de u$s15 millones en la adquisición de una planta de GLP para utilizarla en casos de emergencia y no detener la producción.

Hasta ahora todo venía medianamente tranquilo hasta que se decidió oficialmente cortar el abastecimiento de gas de red a las industrias producto de la ola de frío para dar prioridad a la gente. Hasta ahí perfecto. Aquella inversión de hace casi cinco años venía como anillo al dedo para sortear el corte de suministro.

Pero se sumó un nuevo inconveniente. Por disposición, se obligó a que el GLP sólo sea destinado a las garrafas sociales, y no a las industrias. Así, las terminales –varias de ellas llevan más de una semana utilizando el GLP- tienen que salir a abastecerse porque en caso contario se verán obligadas a cortar la producción.

Varias salieron a buscar proveedores alternativos de GLP y encontraron que el combustible por el que abonan en promedio unos $2.200 la tonelada, han llegado a escuchar “ofertas” en el mercado por hasta $7.000 la tonelada. “Es menos costoso parar la producción que salir a comprar a esos valores”, admitieron fuentes consultadas.

Por estas horas las gestiones para conseguir combustible continúan y los cálculos en cuánto se elevan los costos también. Esta es la otra cara del boom industrial.

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