La pista de Spielberg, ubicada en el centro de Austria, probablemente sea la que más se asemeja a una etapa de rally: con grandes cambios de elevación y una secuencia de curvas rápidas y sinuosas. Los dos primeros sectores son rápidos mientras que el final es más lento y técnico.
El circuito pone a prueba el amplio espectro de la capacidad del neumático, en términos de carga lateral y longitudinal. El desgaste, la degradación y las temperaturas son bastante bajas, por lo que tenemos los neumáticos más blandos. La superficie de la pista es generalmente de baja adherencia y abrasión, pero como para este GP se reasfaltó por completo, las referencias serán totalmente nuevas.
Por ello es que Pirelli eligió para esta ocasión los compuestos blando, superblando y Ultrablando. “Austria es uno de los circuitos más pintorescos e individuales en el campeonato, que exige mucho a los neumáticos en cuanto a todos los aspectos del agarre mecánico y rendimiento, por lo que el ultrablando ha sido rotundamente favorecido aquí. Como resultado, es posible que tengamos una carrera de dos paradas en esta ocasión, a pesar de que el año pasado fue sólo una”, resumió Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport.
