Antes de la llegada de las que serán las versiones más potentes de la nueva gama, las GTi y R, la familia del Peugeot 308 le dió la bienvenida a la versión GT, la cual comienza a insinuar la deportividad que puede brindar la nueva generación del modelo.
Las siglas GT incluyen como medida principal motores más potentes. Los hay nafteros y diesel. El primero es el conocido 1.6 THP con inyección directa y turbocompresor, que en esta configuración rinde una potencia de 205 caballos, asociado exclusivamente a una transmisión manual de seis velocidades.
Por el lado del Diesel, la versión deportiva GT utiliza un HDi de 2,0 litros con inyección common rail y turbocompresor, características que le permiten entregar una potencia de 180 caballos. Se combina sólo con una nueva transmisión automática de seis velocidades que permite el paso de marchas en forma manual a través de las levas del volante.
La potencia está complementada con suspensión y frenos específicos. La primera cuenta con una altura que lo deja 10 milímetros más cerca del suelo, mientras que los discos de freno poseen un diámetro más generoso para soportar las mayores prestaciones.
Con carrocerías hatchback de cinco puertas y SW (familiar), la estética es propia y está conformada por nuevos paragolpes, destacándose el nuevo estilo en el delantero, y la símil doble salida de escape en el trasero. También hay zócalos laterales y llantas de aleación especiales de 18 pulgadas.
El interior sumó detalles en color rojo en tablero, tapizados y puertas, además de incorporar pedalera deportiva realizada en aluminio. El equipamiento, por su parte, posee tablero con indicador de potencia y presión del turbo, un sistema que permite configurar la respuesta del acelerador y la dirección (entre otros), control de velocidad crucero activo,control de estabilidad desconectable y sistema de frenado autónomo.
