Para la casa del rombo la llegada del nuevo Mégane (ya detallado en estas páginas) significa poner en juego una parte importante de su estrategia global, precisamente en un mundo que se levanta todos los días con el fantasma de Wall Street rondando todos los titulares. Por eso Carlos Ghosn, CEO del rombo, ensayó hace minutos su mejor sonrisa (que es escasa por cierto…) para presentar oficialmente al nuevo integrante de la familia.
Tal lo adelantado en la imágenes espías, el nuevo mediano rompe esquemas y fiel a la tradición de Renault propone una mirada rupturista.
En medio de una gran expectación (juegan en casa al estar en París), destapó un diseño de “flechazo”, que vuelve a romper moldes como ya lo hizo la anterior generación, aunque en este caso algo más conservadora que la generación anterior y bastante fiel al prototipo visto en Ginebra.
Como era de esperar sus cotas mejoran y aumentan al Mégane II pero a contramano de las suposiciones el ahorro de peso promedio se ubica en los 8 kg.
En el interior también aporta un plus de novedades (combina instrumentos analógicos con digitales) que sin embargo, no resignan elegancia característica de la Régie.
A UNA SERIE DE RETOS DE
UNA MAGNITUD NUNCA VISTA
-El alto precio del petróleo, que ralentiza el crecimiento de los mercados automovilísticos, modifica el mix de las ventas e incrementa los costos de transporte,
-El aumento de los precios de las materias primas,
-La evolución desfavorable de las paridades que penaliza exportaciones fuera de Europa,
- La crisis financiera y el aumento de los tipos de interés que aumentan los costos de financiación,
- El retroceso de los mercados: en agosto de 2008, el mercado español retrocedió un 43%, el italiano un 25% y el británico un 20%.
EN ESTE CONTEXTO RENAULT
– SEÑALO GHOSN- REACCIONARA
PARA ADAPTARSE A LA REALIDAD:
ACCIONES
- Aumento selectivo del precio de venta de los vehículos para reducir el impacto del aumento del costo de las materias primas.
- Plan de producto aligerado por simplificación, congelamiento o aplazamiento de proyectos que no se consideren prioritarios.
- Reducción de los costos de estructura en un 10%, especialmente a través de un plan de bajas voluntarias en Europa (6.000 empleados, 4.900 de ellos en Francia),
- Ajuste de la utilización de las capacidades con, por ejemplo, la organización de la producción en un equipo único en la fábrica de Sandouville.
- Reducción de la ratio de los gastos de investigación y desarrollo e inversiones sobre la cifra de negocios.