Tras más de una década de presencia ininterrumpida en el mercado (y prácticamente sin modificaciones), un ícono de los 4×4 en otros tiempos como fue la Chevrolet Blazer, dejó de ofrecerse en nuestro país.
A pesar de que la marca no lo comunicó, el modelo ya no figura en el catálogo de productos de la página de la empresa en la Argentina. Y aunque todavía está en el listado de precios al público que la empresa distribuye mensualmente, sólo guarda relación con el stock que aún pueda quedar en la red de concesionarios.
De esta manera la empresa ha decidido dar de baja el modelo de su portfolio de productos sin que medie comunicación al respecto y generando dudas sobre los motivos que han impulsado esta decisión, en virtud de que aún se sigue vendiendo en Brasil, país donde se fabrica. Sin embargo, esta semana les llegó una circular a los concesionarios oficiales dando el parte de la noticia. Así lo confirmó un concesionario oficial a TM y posteriormente voceros de la empresa.
Un poco de la historia
En 1995 el gigante americano volvía a tener presencia oficial en nuestro mercado y en 1997 inauguraba su planta en las afueras de Rosario, pero la Blazer ya se vendía desde hacía algunos años. Los primeros modelos fueron importados directamente desde los Estados Unidos con un motor V6 de 4,3 litros y 200 caballos (con versiones 4×4).
Luego, vinieron desde Brasil con el motor naftero 2.2 de 113 CV y el TD 2.5 de 95 CV de origen Maxion, luego reemplazado por el MWM 2.8 de 132 CV primero y 140 CV después que llevó hasta su discontinuación.
Entre su gama de productos de aquellos años la Blazer se vendía sólo en versiones 4×2. Las 4×4 se agregaron a la oferta un par de años más tarde, igual que las versiones con caja automática, caracterizadas por una enorme loma en el piso del lado del acompañante que no permitía estar sentado con comodidad.
A lo largo de estos más de diez años de vigencia en el mercado, Chevrolet vendió en la Argentina unas 10.500 unidades, con un promedio de 500 al año desde el 2004.
Frente a la avanzada de SUV compactos llegados desde todas partes del mundo en los últimos años, su único argumento de ventas fue el precio: iba desde 115.500 pesos de la versión 4×2 hasta 128.000 de la 4×4.
Con esta jugada, la nueva General Motors de poscrisis apuesta definitivamente por la nueva generación de SUV importada desde Corea, la Chevrolet Captiva.
Tal vez muchos no lo recuerden y tengan la percepción de que la marca estuvo siempre presente, pero Chevrolet retornó al país a mediados de la década del noventa y por ese entonces su gama de productos estaba restringida a un puñado de modelos, donde el Corsa era su carta de presentación en materia de autos, la pick-up Silverado le peleaba a la F-100 y la Blazer jugaba un papel importantísimo dentro del segmento que hoy conocemos como SUV. Claro que por aquellos años casi nadie hablaba de Sport Utilities y sí de vehículos 4x4. Y lo curioso del caso era que la Blazer que había empezado a llegar desde Brasil ocupaba un lugar entre los 4x4 del mercado sin serlo. Sí, sí. Si usted creía que el acierto de marketing de vender un vehículo como un 4x4 aunque no lo sea era de Ford (con la EcoSport)… No señor. Equivocado. Chevrolet ya lo había hecho con la Blazer.