Según el documento, los nuevos conceptos de movilidad cambiarán la percepción que la sociedad tiene de los autos ya que la experiencia de conducción o subirse a un auto será diferente, independientemente de la región, y eso va a impactar en la escala de colores de los vehículos.
A partir de esto, la marca cree que los avances en digitalización y la apertura mental ante la creciente influencia de múltiples soportes da lugar a una colección con una gama de colores como los metales dorados y amarillos. A nivel global, el verde (“Conflation Green”), violeta (Parolis Purple) y gris (“Fluid Metal”) serán protagonistas.
Además destaca que “mientras que los plateados brillantes acompañan la tendencia hacia una mayor digitalización, adaptación y personalización de los productos, los azules, violetas y las sombras naranjas ilustran el compromiso por el cambio y la hiperconectividad de los nativos digitales.
Los pasteles con texturas suaves y los colores metálicos dorados tomarán la creciente influencia de los dispositivos inteligentes en el manejo”.
En América del Sur, es distinto. Se prevén colores sólidos como verdes azulados y azules en tonos pastel que subrayan una sensación de optimismo y confianza, mientras que los verdes y azules saturados se relacionarán con lo más tradicional del mundo automotriz.
Así las cosas, la compañía apostó por naranja (“Orange Respite”), azul (“Light Field Blue”) y verde (“Lambda 490”), que manifiestan la belleza exótica de la región, algo que trasciende la tradición y la tecnología.