No sólo en Francia el número uno de la alianza Renault- Nissan tiene que lidiar con números en rojo y estudios de fuerte recortes. En Japón, Nissan Motor informó que despedirá a 20.000 personas y de esta manera se unirá a una lista creciente de automotrices que advierten fuertes y negativos balances financieros. De esta manera, la japonesa sufrirá la primer pérdida desde que el presidente ejecutivo Carlos Ghosn tomó el mando hace una década (justamente en una época en la que tuvo la misión de reflotar a la firma).
Presionado por un exceso de producción y de empleados y por una caída de ventas en diversos mercados, el tercer mayor fabricante de autos de Japón ya tomó una serie de medidas para reducir la capacidad y la plantilla, incluidos unos 1.200 retiros voluntarios en los EE.UU.
Con ésta y otras medidas, como la reducción de 12.000 empleos en Japón (mayoritamiente – dice- desgaste natural), Nissan informó que reducirá en total 20.000 puestos en todo el mundo hacia marzo del 2010, un 8,5% de su plantilla.
“Todas estas medidas y contramedidas no son sólo parches de corto plazo”, aseguró el brasileño Ghosn en una conferencia de prensa en Tokio y agregó que “permitirán que nuestra firma se recupere y asegure una posición más competitiva que beneficiará a Nissan mucho después que decaiga la crisis”.
Nissan, que pertenece a Renault en un 44%, espera una pérdida operacional, la primera en 14 años, de 180.000 millones de yenes (u$s2.000 millones) en el año fiscal que termina el 31 de marzo.
Toyota Motor triplicó su pérdida operacional anual argumentando una caída de ventas mayor a lo esperado en los mercados principales de Estados Unidos, Europa y Japón. El primer rojo desde su fundación.