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TECNICAS DE MANEJO 4x4

NIEVE: LA SUPERFICIE MAS TRAICIONERA

Este primer capítulo lo dedicamos a una de las superficies más difíciles, aún para los volantes más expertos.

Debe haber pocas cosas más difíciles que manejar sobre la nieve. Es el terreno más complicado porque ofrece muy poca adherencia (a veces es nula) y porque una vez que perdés el control, mmmmm… no hay mucho por hacer.

Vamos a repetir lo que venimos diciendo en esta especie de clínica teórica de conducción 4×4: acá tampoco se trata de hacerse el rubio de Camel que se mandaba por cualquier lado y después prendía un pucho. No hace falta demostrarle nada a nadie. Lo único que importa cuando hacemos esta actividad es pasarla bien. O, por lo menos, lo mejor posible y sin mayores riesgos. Por eso, primero lo primero: con nieve hay que usar cadenas.

TIPS:
• En cierta medida, manejar sobre la nieve tiene algún parecido a hacerlo en el barro. Parte de la técnica para no morir en el intento se asemeja bastante: tenés que tratar de mantener una velocidad constante y suave, usando un cambio que te deje promediar la zona media del tacómetro para tener potencia disponible en caso de ser necesario. Hay que ser delicado en el manejo de volante, acelerador, freno, palanca de cambios y mantener una velocidad moderada. No se trata de ir a lo loco.

• No es lo mismo meterse en un terreno con nieve virgen que si hay algunas huellas. Si vas a pasar por un lugar virgen, tené en cuenta que si bien la emoción aumenta, también lo hace proporcionalmente el riesgo. Nuestro manual dice que primero es conveniente hacer una inspección a pie para ver el estado de la nieve, la profundidad y los posibles obstáculos que pueda ocultar.

• No pretendemos que seas un experto en nieve, pero por lo menos deberías poder diferenciar la nieve muy húmeda de la seca (o nieve en polvo), porque en base a eso tendrás que encararla de una y otra manera. La nieve húmeda tiende a apelmazarse y hace más difícil el avance, mientras que con la nieve en polvo el 4×4 avanza con mayor facilidad, aun cuando la capa de nieve supere con la altura libre del vehículo.

• Si el espesor de la nieve supera la altura mínima del coche, tenés que tener mucho cuidado porque pueden quedar ocultos un tronco o una piedra grande. Pero además, tenés que tener en cuenta que la nieve empareja todas las superficies, así que también pueden quedar ocultos grandes desniveles.

• Otro punto de cuidado es que la nieve se irá acumulando debajo a medida que avancemos y en cierto punto puede convertirse en una base de contacto para los diferenciales y suspensiones, bloqueando completamente el vehículo.

• Si vas a pasar por un camino que ya tiene huellas, y si la nieve que hay entre las huellas supera la altura mínima de la 4×4, es mejor salirse para no ir arrastrando nieve con la panza.
• Obviamente, lo mejor es salir acompañado de, al menos, otro 4×4. Cuando vas en grupo, tené en cuenta que la nieve que pisaron los que van delante tuyo dejará de ser blanda, va a estar compactada. Así que prestá atención a los cambios de adherencia.

• Si tenés que bajar una pendiente, no dudes en usar la doble de baja para aprovechar la fuerza del motor y evitar que las ruedas se bloqueen y se pierda adherencia.

• Para frenar, es mejor es ir leyendo el camino para poder anticipar las maniobras. El frenado tiene que ser lento y progresivo para que no se bloqueen las ruedas y se pierda la dirección. Si tenés un 4×4 con ABS no habrá problemas; si no, tenés que ser muy suave con el pedal del freno.

• Si te quedaste encajado en la nieve, primero intentá retroceder y volvé a intentar por otro lado. Si no hay forma, bajale un poco de presión a los neumáticos y hacé un hueco debajo para poner piedras o algo que permita que traccionen mejor.

Gomas y cadenas
• Las ruedas para barro, con un dibujo de grandes tacos y canales muy profundos, son muy adecuadas para la nieve, ya que escarban y traccionan mejor.
• Lo ideal es usar cadenas en las cuatro ruedas. Si tenés sólo dos y las ponés atrás, vas a dejar la dirección a la deriva, así que es mejor montarlas adelante. Pero si estás subiendo una pendiente, como puede ser la ladera de una montaña, en ese caso es mejor ponerlas atrás porque ahí va a estar volcado el peso y, en consecuencia, necesitás optimizar la tracción.
• Ojo que las cadenas no son universales. El ancho, la altura y el tamaño de la llanta determinan la elección del tipo de cadena.
• Hay diferentes tipos de cadenas. Están las de acero flexible de montaje transversal, aunque son más económicas no soy muy recomendables porque tienen menor superficie de agarre –en consecuencia- dejan mayor superficie sin cubrir (es más, en Europa fueron prohibidas). En cambio, las de sistema de rombo, cubre más superficie y te da mayor tracción.
• Los modelos Spikes Spider o patas de araña se sujetan con cuatro tornillos a la llanta. Estos tornillos son el soporte sobre el que se ajusta la cadena en el momento en que esta se necesita.
• También hay cadenas con elementos de borde vivo (o púas), que se clavan mejor al terreno; pero el uso de este tipo de cadenas está más recomendado para el hielo.

COMO PONER LAS CADENAS
1-
Extenderlas en el piso. Si son con púas, que estén contra el piso (es obvio lo aclaramos porque nunca falta alguien que diga: “no me avisaron che”, y pincha todas las gomas…). Controlar que los ganchos estén en el lado correcto: el gancho grande hacia afuera y el chico hacia el interior del vehículo.
2- Poner la cubierta sobre la cadena
3- Montar la cadena.
4- Cerrar los ganchos. El del interior es simple, pero el exterior es un gancho de ajuste. Pasá los eslabones por el gancho y cerralo.
5- Colocá el tensor de goma para que mantenga tirante el gancho exterior. Hacé unos metros y fijate si es necesario hacer el último ajuste.

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