Las terminales automotrices radicadas en el país y los importadores mantuvieron una reunión con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Motivo: Moreno le pidió, sugirió, instó y/o exigió que suscriban u$s 300 millones en bonos BAADE.
El aporte sería proporcional de acuerdo a la participación de mercado de cada una de las marcas que por el momento solo se comprometieron a analizar la propuesta con la mejor “predisposición”.
En su búsqueda deseperada para que su “propuesta” para contar con la demandada divisa estadounidense, Moreno recibió a los directivos de las empresas acompañado por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y gente que depende de Axel Kicillof.
Participaron por las automotrices : Cristiano Rattazzi (Fiat), Alejandro Echeagaray (BMW), Leonardo Maffioli (Chery), Enrique Alemañy (Ford), Isela Costantini (General Motors) y Martín de Gaetani (Honda).
También asistieron: Guillermo Artagavytia (Hyundai), Natale Rigano (Iveco), Franco Collia (Kia), Roland Zey (Mercedes-Benz), Omar Daneri (Nissan), Hernán Bardi (PSA Peugeot Citroën); Thierry Koskas (Renault), César Ramírez Rojas (Scania), Daniel Herrero (Toyota), Emilio Sáenz (Volkswagen) y Gustavo Cejas (Volvo Trucks & Buses)
El encuentro, definido como "cordial", tuvo un resultado satisfactorio para el Gobierno –según dicen- que, necesitado de divisas, se encuentra negociando la colocación de estos bonos en diferentes sectores.
Hasta ahora se comprometió a sucribir la petrolera Bridas, quienes señalaron que este mecanismo constituye "el canal apropiado para ingresar capitales para el desarrollo de nuestros proyectos en el área de hidrocarburos".
En el caso de Bulgheroni la inversión estará orientada a desarrollar el emprendimiento de Vaca Muerta. El viernes pasado, las empresas integrantes de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (AFARTE) prometieron suscribir unos 200 millones de dólares en bonos BAADE.
Por el momento y mientras Moreno sigue en su carrera por diferentes sectores para que tomen el BAADE y no se cuelgue el cartel de fracaso, el sector estima que en unos 20 a 30 días habrá definiciones sobre si se suman o no al plan oficial.