Mercedes-Benz Vans prueba la nueva generación de la eSprinter, la versión con cero emisiones contaminantes del utilitario, cuya generación actual (con motorización convencional) también es producida en la planta de Virrey del Pino.
La marca de origen alemán prueba su vehículo en Suecia a través de condiciones climáticas extremas, por ejemplo, rutas nevadas y heladas, vientos “cortantes” y temperaturas de hasta 30 grados bajo cero.
En los campos de pruebas cercanos al Círculo Polar Ártico, Mercedes-Benz avalúa los efectos del frío extremo en el manejo, la ergonomía, la gestión térmica y la comodidad de la cabina, mientras que la resistencia de los componentes de la transmisión, los sistemas de calefacción y el software, entre otras cosas, son probados en cámaras frías específicas.
La nueva generación se definió con la colaboración de los clientes de empresas de mensajería y carroceros. Además, ofrecerá tres alternativas de batería, con una autonomía que crecerá más del doble (dependiendo de la configuración).
Por otro lado, la automotriz anticipó la presencia de diversas opciones de carrocería, por ejemplo, el furgón y el chasis para sumar diferentes carrocerías. A eso se sumará la presencia de nuevos mercados como Estados Unidos y Canadá.
Mercedes-Benz invertió unos 350 millones de euros en la próxima generación de eSprinter, que será producida inicialmente en Estados Unidos (desde el segundo semestre de 2023) y después en Duesseldorf y Ludwigsfelde, Alemania.
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