Como te habíamos adelantado, Toyota mostró por primera vez al público en el Salón de Ginebra a su nuevo RAV4, el conocido utilitario deportivo de la marca japonesa. Los cambios básicamente son sutiles.
La principal modificación, que notable, se dio en la parrilla. El trapecio ahora se invirtió por lo que tiene la base en su segmento menor, y además está pintada de un estridente color metálico. Dentro de ella se destacan sus nuevos barrotes con cierta curvatura que le dan un aire Lexus. También lleva nuevos detalles cromados en los faros antiniebla, y han sido modificados el paragolpes y el capot, mientras que las ópticas mantienen un diseño parecido a las del anterior.
En el sector trasero, los faros con tecnología LED tienen nuevo diseño interior aunque siguen manteniendo la forma de triángulo invertido que avanza sobre el guardabarros. Además el portón tiene lateral y lleva alerón integrado en el techo. En el interior, los materiales, que son de buena calidad, mezclan cuero y alcántara.
El nuevo Toyota RAV4 está disponible con tracción delantera o integral. En esta última versión, la distribución del par entre el eje delantero y el trasero puede variar de 100 – 0 hasta 55 – 45, respectivamente. La opción 100 – 0 (o sea tracción totalmente delantera) es la que funciona por defecto para ahorrar combustible, aunque el conductor puede activar la modalidad 55-45 a voluntad.
En cuanto a los motores, hay uno naftero de 2 litros y 158 CV y otro Diesel de 2,2 litros y 150 CV. El primero se ofrece tanto con tracción delantera y cambio manual de seis velocidades como con tracción integral y cambio automático MultiDrive S.
El Diesel puede venir con tracción en las ruedas delanteras y transmisión manual o tracción integral con transmisión manual o automática AutoDrive S de seis velocidades.