Primera Mirada Autos

PRESENTACION EN BRASIL

MANEJAMOS EL NUEVO FIAT LINEA

Conducir por una ciudad como San Pablo no es tarea sencilla e impone sus desafíos, por más que se trate de la última presentación de la casa Italiana para el segmento C de la región. Arriba del nuevo Fiat Linea 1.9, con caja manual de cinco marchas, recibimos las instrucciones finales para manejar el sistema Blue&Me NAV con navegador GPS y poder llegar, sanos y salvos, al EcoVille, punto elegido para emprender el retorno al Jockey Club de San Pablo donde medio centenar de flamantes Linea se dispusieron para el primer test drive con la prensa especializada.

El fatigoso objetivo de los instructores para no perderse en la populosa San Pablo fue en vano (TM compartió máquina junto a los colegas Fernando Soraggi de La Nación y Rodolfo Barros de Perfil); a pesar de ello, el navegador respondió en forma impecable guiándonos sin mayores inconvenientes al punto de encuentro. Recordamos que el sistema Blue&Me NAV con navegador GPS no formará parte del equipamiento de los modelos que se comercialicen en la Argentina.

El perderse por las autopistas y alargar involuntariamente los 50 kilómetros pautados en del road book trajo sus beneficios, puesto que nos permitió tener un mayor contacto con el vehículo. El nuevo Linea presenta una estética elegante (todo el frontal, con sus juegos geométricos y la gran parrilla frontal, que reedita el nuevo “family feeling” de los modelos Fiat lo acerca mucho al Punto, aunque “sean dos autos distintos” como se empeñan en afirmar en la casa italiana). Es un auto bien plantado, muy agradable estéticamente, fluido, balanceado. En síntesis: un elegante exponente de una nueva generación de vehículos, donde el centro de diseño de Fiat reafirma los nuevos genes explorados en el Punto.

Subimos con la lupa y el anotador, dispuestos a no dejar pasar detalle. Y, mientras Alicia (luego Rodolfo) intentaba atravesar el entramado de calles abarrotadas de autos, motos, utilitarios y etc. de todos los tamaños y formas, nos concentramos en tocar y poner en primera persona aquello de “calidad percibida”. La primera recorrida nos deja conformes: si tenemos en cuenta el segmento y la competencia, resulta evidente que para luchar entre los mediaos Mercosur el interior (por diseño y materiales) del Linea se presenta sobrio y elegante. Tiene materiales buenos y algunos pocos mejorables pero se respira un ambiente en el que no afloran ruidos.

En el caso del auto que pudimos manejar (acabado full Absolute, la entrada de gama se denomina Emotion), el tablero era bicolor, con la parte superior negra, y la inferior beige, y varios detalles cromados… de esos que gusta tanto al público brasilero. Independientemente de la versión, la calidad de la terminación se percibe como refinada y agradable a los ojos. Los asientos de cuero beige le otorgan un plus de elegancia y moderada distinción. Valoramos el detalle de los vidrios tonalizados que le dan mayor carácter y ayuda en la noble tarea del climatizador para aislarnos de la humedad de San Pablo.

El espacio interior es generoso -mejorado respecto del Punto, que ya era elogiable- y hay suficiente espacio hacia “todos los puntos cardinales” (hombros, codos, cabeza y piernas).
La butaca del conductor ofrece la posibilidad de regular en altura, lo que permite que cualquier contextura se adapte bien y goce de correcta visibilidad. El volante -revestido en cuero- ofrece un grip impecable y estéticamente es muy agradable, con aire deportivo.

El confort de marcha alcanzado en el nuevo Linea es realmente muy bueno y el motor brinda respuestas gratificantes cuando se lo exige en cualquier sobrepaso. Deja en evidencia, aún más, lo superado que se encuentra el 1.8 que monta el Punto. Es una planta más acorde a la legendaria tradición de la casa italiana, progresivo, que reacciona si titubeos cuando se presiona el pedal derecho; los 130 CV declarados se presentan en sociedad sin hacerse rogar.

Queda claro que no es un deportivo (a los 100 km/h llega en menos de 11 segundos y la velocidad máxima indicada es de 186 km/h) ofrece la dosis justa de “pimienta” para los que gustan que el auto reaccione rápidamente y se mueva con soltura en el tráfico; siempre tomando datos oficiales, en ciudad se las arregla con un litro de nafta para recorrer más de 11 kilómetros.
El comando de caja acompaña con relaciones correctamente escalonadas y un recorrido seguro y preciso. Similares adjetivos recibe el sistema de dirección, con la asistencia justa y un agradable feeling cuando se gana velocidad.

En materia de suspensiones (parte del tratamiento y adaptación a al región también se realizó en Argentina atentos a nuestra disímil realidad vial) es satisfactoria, tirando a cierta y bienvenida firmeza, a contramano dura no tan blanda como se estila en “este” lado de la frontera, donde el mercado brasilero privilegia las sensaciones soft.
En un primer contacto dejó un sabor agradable y habrá que esperar a fin de este año para ver si la primera impresión es la que cuenta y no falla. En este un primer acercamiento en tierra paulista el balance preliminar fue muy satisfactorio, si bien probamos la caja manual (las apreciaciones de la caja automática Dualogic despertó distintos comentarios entre colegas), es claro la magnitud de la empresa: Fiat desembarca en el segmento dispuesto a pelear por la corona, lejanos los tiempos de apuestas tibias que se desdibujaron con el paso del tiempo. En Linea en diciembre llega a la Argentina, en TiempoMotor ya te adelantamos lo que trae entre manos.

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