La situación no es de las mejores y el panorama se presenta “complicado”. Esa es la escueta descripción que se repite en varios eslabones que componen la cadena automotriz local ante la consulta sobre la implementación de las nuevas medidas oficiales.
Es que la aplicación de Licencias No Automáticas está dejando al descubierto parte de la falta de análisis previo (estudiar las consecuencias inmediatas) a la hora de aplicarlas. El tema es sencillo y va más allá de la traba al ingreso de unidades importadas extra-zona. Con la LNA, el coto a la importación de autopartes y piezas para fabricar componentes en el mercado local pueden llevar a generar un desabastecimiento en el sector y por efecto derrame, la falta de stock podría repercutir en las terminales. A falta de piezas… se hará imposible sacar autos terminados.
Por el momento el proceso se soporta, pero puertas adentro de las plantas –sean fabricantes de autopartes como de autos- estiman que si la situación no se revierte los problemas se agudizarán en unos 20 días (otros son menos optimistas en los cálculos de stock).
Actualmente, terminales y autopartistas, se encuentran en arduas negociaciones para agilizar la operatoria con las nuevas licencias con Eduardo Bianchi, el N°2 de Industria.
Más allá del aluvión de pedidos de licencias para poder importar que se puede presentar, los tiempos apremian y varios proveedores están en situación complicada, en consecuencia “las terminales también”, explicaron fuentes consultadas por TiempoMotor.com.
Las medidas que buscan proteger a la industria local se han transformado en un arma de doble filo. Las intenciones han sido apoyadas por varios sectores, pero en voz baja admiten que la puesta en marcha de estos planes requiere de tiempo para acomodarse al nuevo panorama y acelerar la sustitución. “De un día para otro se generan estos problemas”, agregó un proveedor.