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DESTINOS. PROVINCIA DE CORRIENTES

LOS ESTEROS DEL IBERA, UN LUGAR UNICO


Son casi 14.000 kilómetros cuadrados de agua de reserva provincial que están cubiertos por grandes extensiones de agua y conforman el hábitat ideal para un gran número de especies, donde el yacaré es el principal anfitrión. El más buscado y el más temido.

Son los humedales más grandes del continente albergan una inmensa diversidad de flora y fauna que puede ser explorada en lancha, caminando o a caballo.

La puerta de entrada para descubrir este mundo fascinante es Colonia Carlos Pellegrini. Para llegar hay que transitar los 120 kilómetros de ripio que unen este poblado con la correntina Mercedes. Se trata de un pueblo muy pequeño que no tiene más de 8 cuadras por 8 cuadras en una especie de península que se adentra en la laguna Iberá. Su población es de solo unos 800 habitantes. No hay ni farmacias ni estaciones de servicio. Como curiosidad, la flora y la fauna de los esteros en idioma guaraní dan nombre a sus calles: Yacaré, Guasuvirá, Yaguareté, entre otras.

Muchos visitantes que se enamoraron del lugar y se quedaron para siempre como es el caso de algunos de los propietarios de los lodges que hay a orillas de la laguna. Además de alojar y servir comidas caseras y autóctonas exquisitas, todos los establecimientos reciben a sus visitantes con un amplio abanico de opciones: paseos embarcados o en 4 X4, cabalgatas y caminatas. La consigna es sumergirse en los esteros y conocer a fondo a sus habitantes animales y vegetales.

Islas flotantes
Este gigantesco ecosistema ocupa el 14 por ciento del territorio provincial. El sistema del Iberá está situado entre los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, en la cuenca hidrográfica del río de la Plata, una de las más vastas del mundo.

Los Esteros del Iberá están conformados por 63 lagunas que tienen solo de 1 a 3 metros de profundidad y que ocupan el 20 por ciento de toda la superficie.
Los grandes mantos verdes, que cubren casi por completo el agua, son grandes sistemas embalsados que originan los camalotes. Estos forman un intenso entretejido en dónde se acumula tierra que trae el viento y el agua. Estas primeras capas llegan a tener sectores tan firmes que permiten el crecimiento de ceibos, laureles y timbóes. Surgen en las costas, luego se desprenden y constituyen verdaderas islas flotantes que se mueven guiadas por el viento y las corrientes.

Los principales anfitriones
La reserva alberga dentro de su territorio a cuatro especies declaradas monumentos naturales provinciales: el lobito de río, el aguará guazú, el venado de las Pampas y el ciervo de los pantanos. Posee 60 especies de reptiles. Los más característicos por su gran abundancia y tamaño son el yacaré negro (Caimán yacaré) y el yacaré overo (Caimán latirostris). No suelen atacar a especies de mayor tamaño, con lo cual no hay peligro, pero si se los molesta si pueden llegar a defenderse.
 
El Iberá es además un reconocido reservorio de peces con sus al menos 125 especies. Existen también 40 especies de anfibios y 60 especies de mamíferos dentro de los que se destaca la más grande especie del ciervo sudamericano que se encuentra en peligro de extinción: el ciervo de los pantanos.

Otra manera de recorrer la reserva es a caballo, con un guía para adentrarse en los pantanos bordeando la laguna. No es necesario alejarse demasiado porque en este lugar la naturaleza está al alcance de la mano.

El clima es muy agradable durante todo el año. Muchos asocian humedal con lluvias constantes pero lo cierto es que no es así. “Cuando llueve, llueve de verdad”, dicen los lugareños explicando que puede llover muchísimo en una mañana y luego, a la tarde tener un día espectacular. En verano las temperaturas son altas pero a la noche refresca bastante.


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COMO LLEGAR
Desde Buenos Aires, son 812 kilómetros hasta Colonia Carlos Pellegrini. En auto, el costo de peajes es de unos 20,30 pesos, dependiendo de la hora de paso por los puestos del Acceso Norte.
Partiendo desde Buenos Aires, hay que tomar el Acceso Norte en dirección a Zárate, cruzar los puentes del complejo Zárate Brazo largo, seguir por la ruta nacional 12 y en Ceibas, continuar por la RN 14, hasta Curuzú Cuatiá, donde se empalma la ruta nacional 119. Después de hacer 79 kilómetros, se llega al empalme de la ruta provincial 40. Allí hay que hacer 118 kilómetros de ripio para llegar a Colonia Carlos Pellegrini.
La ruta no tiene mayores dificultades y abundan las áreas de servicio, especialmente en el corredor de las rutas 12 y 14. Hasta la ciudad de Gualeguaychú, el camino es una autovía de dos carriles por mano. Luego, la ruta es de una sola maho y hay que extremar las precauciones de paso de la gran cantidad de camiones que ciruculan por el corredor del Mercosur. Las zonas de sobrepaso se reducen por la geografía de la provincia entrerriana. Por eso, no hay que desesperarse y esperar el momento adecuado.
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