Un grupo bipartito de senadores norteamericanos anunciaron haber acordado proveer, en principio, un paquete de ayuda financiera de emergencia a las Tres Grandes automotrices de EEUU (GM, Ford y Chrysler), pero sólo con la condición que esas compañías presenten un plan detallado explicando en forma precisa cómo se utilizará ese dinero, y cómo funcionará en el largo plazo.
El líder de la mayoría del Senado, Henry Reid, dijo que decidieron poner en el tintero todas las votaciones de proyectos actuales, y darles dos semanas a las automotrices para que presenten una estrategia sólida.
Según dijo Reid, “queremos que vengan con una propuesta que podamos votar aquí el 8 de diciembre. No sabemos cuánto dinero necesitan y esa es una de las cosas con las que deberán venir”. Reid fue más allá y de forma tajante –emulando a Cooba Gooding Jr en Jerry McGuire y su “show me the money”- advirtió: “Hasta que no nos muestren un plan, no podemos mostrarles la plata”.
A su vez, Reid afirmó que la ayuda sólo vendrá en tanto y en cuanto los ejecutivos de las tres automotrices aúnen sus intereses. Reid dejó entrever que no han sido lo suficientemente claras acerca de lo que realmente necesitan.
Por otra parte, el Senador graficó la situación cambiante por las que atravesaron las automotrices en estos últimos meses, sobre todo de GM. Para Reid, la clave es la “contabilidad y viabilidad”.
Han habido muchas propuestas flotando en el aire, como facilitar los u$s 25.000 millones destinados originalmente para exploración de energía alternativa; o tomar fondos de los u$s700.000 millones del rescate al sector financiero.
El 7 de noviembre la número 1 de los Estados Unidos, dijo que para fin de año podría no llegar a los u$s11.000 millones, el mínimo de efectivo que necesita para pagar las cuentas de cada mes y que estará muy por debajo de ese nivel para mediados del año próximo.