El monto de inversiones programadas por las terminales automotrices en Brasil traspasó la increíble barrera de: R$73.000 millones o algo así como poco más de u$s33.000 millones para el período 2013 a 2017.
El cálculo de Anfavea, sumó el adicional de R$500 millones que anunció días atrás Audi para la instalación de la nueva planta y la fabricación del A3 sedan y Q3 en São José dos Pinhais, Paraná, Brasil.
Además de Audi, abultó el monto los anuncios de Hyundai-Caoa, de R$600 millones para aumentar la capacidad de producción en Anápolis, GO, y Honda, R$1.000 millones en la nueva planta de Itirapina, en el Interior paulista.
La suma, de acuerdo a las proyecciones que manejan en el país vecino y publica AutoData –socio editorial de TM en Brasil- debería aumentar en breve con la formalización del anuncio de la nueva fábrica de automóviles de Mercedes-Benz en Brasil. Como referencia, los R$73,100 millones es mayor al PIB que registraron diversos países en 2012, tomándose por base dólar unos R$ 2,20 de acuerdo a los datos del Fondo Monetario Internacional.
La inversión del sector automotor en Brasil como indica AutoData, en cinco años, supera el PIB del año pasado de varios vecinos como Bolivia y Paraguay, además de la mayoría de los países de América Central y de África.
El MDIC, Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, hizo otro cálculo considerando apenas las inversiones anunciadas después del establecimiento del Plan Inovar-Auto, a fin del año pasado.
De acuerdo a las planillas del Ministerio, Audi fue la novena fabricante en revelar sus planes de instalar una nueva planta en Brasil después de la entrada en vigor del régimen automotor, que representa, con todo, R$7,300 millones.
El MDIC considera en ese cálculo, además de la marca de los anillos a los anuncios hechos por BMW, Nissan, Mitsubishi, Jac Motors, Chery, Caoa, DAF y Metro-Shacman.
A través de un comunicado, el ministro Fernando Pimentel consideró que “el régimen automotor mostró que no teníamos una industria automotriz a la altura de nuestro mercado, el cuarto mayor del mundo”. Para él, “la fabricación de autos premium en Brasil, con más tecnología, permite la absorción de esa tecnología por la industria brasileira”, refiriéndose a Audi y BMW.