LA VENTA DE AUTOS USADOS CAYO 22% Y LOS SALONES ESTAN SOBRESTOCKEADOS

En sintonía con la contracción de la demanda, el segmento de usados no fue la excepción y en febrero registró una contracción del 22% respecto del mismo mes del año pasado.

De acuerdo a la Cámara del Comercio Automotor (CCA), en febrero se transfirieron 96.700 unidades frente a las 117.990 de 2008. Si se toma febrero contra enero pasado, la baja llega al 13 por ciento.

“Ante la caída mes a mes de las ventas, nuestras empresas están colapsadas de stocks de autos usados, por eso, le pedimos al gobierno que nos habilite una línea de crédito a baja tasa para poder seguir trabajando”, señaló Alberto Príncipe, presidente de la CCA.

En el acumulado del primer bimestre, se comercializaron 206.070 unidades, lo que significa también un 22% menos respecto a igual período de 2008, cuando se transfirieron 251.181 unidades.

En tren de análisis, Príncipe indicó que de las 206.701 unidades usadas comercializadas en la Argentina, sólo el 30%, es decir, 62.010 vehículos, fueron vendidos en agencias y concesionarias. Las restantes 144.690 unidades se vendieron entre particulares 30% (43.407 unidades) y en forma clandestina 40% (101.284 unidades).

“Viendo estos números, es preocupante que, tanto el Gobierno nacional como los provinciales, no se den cuenta la plata que dejan de recaudar los fiscos por la venta clandestina”, señaló el titular de la CCA, quién añadió que “dijimos 101.284 unidades en el período enero-febrero, pero durante el 2008 llego a las 560.000 unidades. Con una simple cuenta matemática, se darían cuenta de la gravedad de este sector”.

“La venta clandestina se realiza mediante grupos de gente que utilizan la vía pública o los parques como playa de exhibición de su mercadería (con un “tachito” como cartel de propaganda) y donde los papeles y la documentación son casi inexistentes”, describió el empresario.

“Con respecto a la rentabilidad, estas personas se llevan una parte proporcional exactamente igual a aquellos que estamos instalados. Y esto hay que decirlo con todas las letras: somos los únicos que pagamos como corresponde los respectivos impuestos y somos los únicos que estamos expuestos a cualquier dificultad que pudieran tener los vehículos que vendemos, debido a la garantía que estamos obligados a entregar al cliente. Todo esto la venta marginal no lo tiene y convierte este negocio en una competencia absolutamente desleal, que por ahora no tiene solución”, agregó.