Un Juez aprobó la venta de bancarrota de General Motors a últimas horas del domingo, en una jugada que permitirá que los activos más rentables eviten la protección judicial. El Juez de la quiebra norteamericana Robert Gerber, dijo en Manhattan que la venta podría “prevenir la muerte del paciente en la mesa de operaciones”.
Bajo el nuevo acuerdo, una “Nueva GM” operará las mejores partes de la vieja compañía, incluyendo las marcas de Chevrolet y Cadillac, con una fuerza de trabajo más barata, una red de concesionarios más chica, y mucha menos deuda. El resto de la compañía será liquidada.
La venta marca la segunda gran victoria para la administración de Obama. Ayudó que Chrysler LLC se fusione con el grupo liderado por la italiana Fiat S.p.A el mes pasado.
GM, la cual se presentó para protección de bancarrota el primero de junio, había argumentado que sería forzada a liquidar si la venta no era aprobada, y el Gobierno norteamericano dijo que podría retirarse de la financiación en caso que no se alcanzara un acuerdo para el 10 de julio.
Gerber mantendrá congelada su sentencia por cuatro días a la espera de eventuales apelaciones, lo que le permitiría sellar la venta el jueves.
General Motors Company pasará a estar participada en un 60,8% por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, mientras que el sindicato United Auto Workers (UAW) mantendrá un 17,5%, los gobiernos de Canadá y Ontario tendrán un 11,7% y la 'vieja' GM contará con un 10%.
Además, la anterior General Motors y UAW mantendrán warrants ejecutables entre el 15% y el 2,5% por el interés de la nueva empresa.