La Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (ALADDA), manifestó su preocupación sobre la problemática regional de la importación de autos usados que está en aumento y a la que –entienden- no se le está dando la importancia que el tema requiere.
En el marco de la reunión que la entidad realizó en Buenos Aires, representantes de los países miembros (Perú, Paraguay, México, Chile, Uruguay y Argentina) coincidieron en la necesidad de que los Gobiernos de la región tomen conciencia sobre lo que implica el ingreso de unidades usadas a los distintos mercados.
El presidente de ALADDA, Alejandro Saubidet –directivo de la Asociación de Concesionarios (Acara), comentó las principales conclusiones que arrojó la reunión con sus colegas latinoamericanos: “el tema alcanza una gravedad muy importante y tiene como principal desafío poder revertir cierta miopía que tienen muchos de los países de la región”.
“En el caso de Argentina, podemos decir que es el país que mayor combate viene dando al respecto e inclusive creo que podemos aportar cierta experiencia que en materia de legislación hemos desarrollado, especialmente en los últimos años, para que sirvan de base a la hora de elaborar los diversos proyectos de ley para otros países de la región”, indicó Saubidet.
Los países miembros tienen la idea de formar un bloque representativo que genere conciencia en los Gobiernos de la región de estos peligros, que está comprobado, tienen una relación directa con el aumento de la importación de los autos usados.
En este sentido, desde ALADDA manifestaron que ya han tomado contacto con los representantes de las terminales automotrices que también se mostraron concientes de cómo esta problemática amenaza también sus propios intereses. Además, “tiene implicancia en el negocio de las autopartes porque dan lugar a un mercado paralelo del oficial que origina un gran caudal de repuestos de origen dudoso, que a su vez es alimentado por un mayor índice de robos de automóviles”, indicaron a través de un comunicado.
En efecto, Saubidet remarcó que “la importación de autos usados genera una gran informalidad en la economía, un aumento significativo en la inseguridad vial en las calles, afectan de manera notoria el medio ambiente porque utilizan tecnologías y combustibles que en muchos países del mundo ya no son aceptados, y sirven de logística para cometer actos delictivos de distinta naturaleza que van desde secuestros, robos y desguaces, entre otros”.
“Es el típico caso de adquirir algo a un precio barato que después puede terminar saliendo muy caro, y no lo digo sólo por el tema de que necesita una permanente atención y mantenimiento, sino porque muchas veces el vehículo comprado esta involucrado en algún delito y quien lo adquiere, supongamos de buena fe, se ve luego envuelto en un verdadero problema judicial”, agregó el titular de ALADDA.
“Sentimos la necesidad de reunirnos para avanzar con este tema y elaborar información técnica para los consumidores y para que los Gobiernos y los poderes legislativos y judiciales de la región UNASUR comiencen a producir el cambió de normas que regule este tema y dejemos de recibir la chatarra del resto de los países del mundo”, completo Saubidet.
Las compañías aseguradoras también ponen sus reparos a la hora de dar cobertura a estos vehículos por lo que quien lo compra, además de afectar la seguridad y medioambiente, puede tener un problema de índole personal por ser estos materia prima para el delito, según la experiencia que compartieron los representantes de los países integrantes de ALADDA.