Producida en Brasil, la Spin tiene varios nuevos puntos a destacar, como el cambio de la tonalidad en el interior, que dejó de lado los colores beige y café característicos del modelo sumando el tono negro ya visto en la versión Activ.
Dicho color, que está acompañado con detalles en gris haciendo contraste, está presente en la plancha de a bordo, así como en los paneles interiores de las puertas y hasta en el baúl.
Asimismo, todas las variantes (LT y LTZ) estrenan gráficos en el tablero, dos nuevos colores de carrocería y flamantes tapizados, al mismo tiempo que la primera ahora ofrece ópticas delanteras oscurecidas. Al equipamiento conocido se le agrega la apertura y el cierre a distancia de los cristales desde la llave.
En el plano mecánico, el único cambio se dio con la incorporación de la transmisión automática GF6-2, de segunda generación y que permite un cambio de velocidades en un tiempo 50 por ciento menor.
Con esta caja, que marca una evolución respecto de la que llevaba el modelo original, la marca promete un vehículo más ágil y una conducción más suave; está acompañada por el control de velocidad crucero.
En la gama también está presente el conocido motor naftero 1.8/8v EconoFlex que desarrolla una potencia de hasta 108 caballos (con etanol) y la transmisión manual con cinco velocidades.
