La conferencia de prensa: ahora en http://www.livestream.com/jacmotorsbr
A pesar de las dificultades internas por las que atraviesa el mayor mercado de la región, no pierde el atractivo para las empresas. A los últimos anuncios de desembarcos (Hyundai, Kia, Chery, BMW, etc) se suman un nuevo jugador oriental.
En este tren y luego de haber deslizado meses atrás que era una posibilidad a largo plazo, JAC Motors confirmó –en la sede de SHC Grupo en Sao Paulo, y ante la presencia de Maofang Dai, vicepresidente mundial de JAC Motors- que comenzará a levantar una planta para producir en Brasil.
Así, después de firmar con el vicepresidente de global de JAC Motors, Dai Maofang un protocolo de intención, la planta de JAC Motors en Brasil está cerca de convertirse en una realidad. Con una inversión de u$s 600 millones , la firma china tendrá una planta con una capacidad para producción 100.000 unidades al año. El plan contempla además generar unos 3.500 empleos directos y 10.000 indirectos.
Oficialmente, la empresa que conduce Sergio Habib (ex Citroën) había estado monitoreando el mercado. Puntualmente, en marzo pasado representantes del Grupo de JAC Motors y SHC se reunieron con el gobernador de Bahía, en Salvador.
Ese mismo mes, poco antes de hacer el lanzamiento comercial de la JAC en el país vecino, Sergio Habib dio una entrevista al programa AutoData WebTV de nuestros parceiros de Brasil, y señaló que cuando la marca alcance ventas de 100.000 unidades al año en Brasil, era necesario contar con instalaciones propias. El Ejecutivo había previsto para 2013 o incluso para fines de 2012 “la necesidad de contar con una fábrica en Brasil”.
Al parecer el desarrollo acelerado que está teniendo la marca en el país vecino, llevó a los ejecutivos a adelantar estrategias (o al menos adelantar el anuncio).
Parte del plan de producción en Brasil es para exportar a Argentina, y por lo tanto, JAC tiene como objetivo llegar a su objetivo mínimo de la nacionalización del Mercosur ( 60%) en forma rápidad, de acuerdo a lo que señaló Sergio Habib.
México y otros países de América del Sur también están en la mira de los chinos que quieren invertir en una red de distribución en estos mercados.