Una vez más, una película resulta ser un marco ideal para levantar los pilares que ayudan a sostener una marca. Esta vez la asociación directa fue hecha entre el protagonista de la saga Iron Man y el flamante Audi R8 en su versión convertible, es decir, el R8 Spyder.
Tony Stark, el protagonista de Iron Man I y II caracterizado por Robert Downey Junior, es un excéntrico ingeniero multimillonario que trabaja para el gobierno de los Estados Unidos desarrollando armas de última generación. En la primera versión de esta película vimos cómo se originaba este personaje y ahora, en la secuela de la película, Tony Stark se ayuda del imponente R8 Spyder para salvar a la humanidad de los planes bélicos del ejército estadounidense y del oscuro Ivan Vanko (Mickey Rourke), un villano a la altura del mismísimo Hombre de Hierro.
Nuestro Iron Man conducirá un Audi R8 Spyder cada vez que cuelgue su traje de hierro en el armario y le deje su lugar a Tony Stark. El Audi R8 Spyder está hecho a la medida de su peculiar conductor. Con un motor de 525 caballos de fuera de 5.2 litros FSI, este convertible de dos plazas es capaz de alcanzar los 313 kilómetros por hora, convirtiéndose en la mejor arma posible en carretera para Iron Man.
Días atrás se lo vio llegar a Robert Downey Junior a la avant premier de la película precisamente al volante de un R8 Spyder.
Audi acaba de develar una nueva versión del R8 denominada GT. Se trata de una edición limitada, aligerada en su peso. Los técnicos de Ingolstadt lograron restar 100 kg de peso al R8 reduciendo el grosor del parabrisas y los paneles de aluminio de la carrocería, cambiando la luna trasera por una superficie de policarbonato, haciendo amplio uso de plásticos reforzados con fibra de carbono, y sustituyendo el alerón activo por otro de diseño fijo. La potencia del motor fue llevada hasta 560 CV. Acelera de 0 a 100 en 3,6 segundos y llega a los 320 km/h. Hay sólo 333 unidades y en Alemania, por ejemplo, costará 193.000 euros.