Un roadster y una coupé fueron las siluetas elegidas por Lamborghini para conmemorar el fin de “era de los superautos” propulsados con motores de doce cilindros térmicos. De esta manera también se da inicio a la inminente electrificación que tendrá su gama de productos.
Justamente a apenas semanas de la presentación de su primer auto híbrido, la marca italiana “celebra” los V12 aspirados con dos modelos denominados Invencible y Auténtica, una coupé y una roadster, respectivamente.
Lo que los hace más especiales es que son dos vehículos únicos, literalmente, porque no hubo ni habrá con características similares: para Lambo “representan el ADN de la marca y lo máximo en cuanto a personalización y detalles” por parte de los italianos.
Invencible y Auténtica rinden múltiples homenajes: al Sesto Elemento por su ligereza y el gran alerón, al Reventón por su linaje aeronáutico y al Veneno por sus cualidades aerodinámicas.
La coupé Invencible está caracterizada por el contraste de rojo y la fibra de carbono denominado “Rosso Efesto” que, además combinan con los cálipers en “Rosso Mars”.
En las puertas tipo alas cuenta con unos hexágonos que rinden tributo a la bandera italiana.
Puertas adentro predomina el rojo, que también tiene nombre: el cuero de ese color Lambo lo denominó Rosso Alala y al negro Nero Cosmus. El tablero y las levas al volante, también Rosso Efesto.
Por el lado del Auténtica, también predominan dos colores: el negro y el amarillo o, como dicen por allá, Matt Black y Giallo Auge. Los colores se repiten en los difusores, en el alerón “inspirado en el mundo de las motos” y dos domos con barras antirrolido integradas. Adentro los colores son Giallo Taurus, Nero Ade y hasta el Grigio Octans, como para tener la data precisa.
Tren motriz
Estos dos serán los últimos autos de Lamborghini equipados con el 12 cilindros de 6,5 litros montado longitudinalmente en el sector trasero. Tienen una potencia de 780 CV y una entrega máxima de torque de 720 Nm acoplada a una caja de siete velocidades y tracción integral.
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