Opel presentó en Europa el nuevo Insignia GSI, un sedán deportivo que se suma a la tradición de la marca con dicha sigla, la cual ya ha sido aplicada a modelos como los Manta, Kadett, Corsa y Astra.
La exclusividad de esta opción en comparación con el resto de la gama comienza en el exterior, donde posee una estética que incluye nuevos paragolpes, generosas llantas con diseño específico y un alerón trasero que genera carga aerodinámica.
En el habitáculo, la flamante versión del modelo cuenta con asientos deportivos tapizados con cuero (desarrollados especialmente para el GSi), volante deportivo de cuero y pedalera de aluminio.
La mecánica es otro de los puntos más destacados, ya que utiliza un motor naftero 2.0 con cuatro cilindros y turbocompresor, el cual desarrolla 260 caballos de potencia y 400 Nm de torque.
El propulsor se asocia con una nueva caja automática con ocho velocidades que incluye levas ubicadas en el volante y modos de manejo Standard y Sport. El conjunto promete un consumo combinado de 8,6 l/100 km. Además, la marca anticipa que habrá un GSi con un “nuevo y potente motor diésel”.
El Opel Insignia GSi además posee el chasis FlexRide, el cual adapta los amortiguadores, la dirección, el pedal del acelerador y la caja automática según las preferencias del conductor a través de los modos Standard, Tour, Sport y Competición (exclusivo de esta versión).
A lo mencionado anteriormente se suman los amortiguadores deportivos, los resortes más cortos que reducen 10 mm el despeje, los frenos Brembo con pinzas con cuatro pistones y la dirección “directa” calibrada especialmente.