Mientras el grupo VW, Mercedes-Benz y Porsche pasaron a la lista de aprobados, el resto de los importadores continúa diagramando planes para cumplir con la exigencia oficial.
En este tren, Arturo Scalise, presidente de la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (Cidoa), señaló a El Cronista que "todos estamos buscando algo, aceite de oliva, biodiesel… por la norma que nos impuso el Gobierno”.
Luego de descartar que alguna marca piense en irse del país, el también importador de Mitsubishi reconoció que ninguna otra firma presentó un plan pero “están todos buscando algo, tienen la esperanza de encontrar una solución, pero mientras tanto se pararon los pedidos”.
Según Scalise, el segmento premium –que pudo liberar las unidades de la Aduana– tendrá stock para afrontar ventas hasta junio. “Después ya no, porque los pedidos tardan entre 6 y 7 meses en llegar y nadie está colocando órdenes afuera”.
El empresario -de acuerdo a la nota de El Cronista- se mostró molesto con la situación que afronta el sector y aseguró que el déficit “lo producen las autopartes para los fabricantes locales”. “Mientras más coches se fabrican, más crece el déficit” dijo el empresario. Y agregó que “lo más viable es que las fábricas produzcan más y exporten, pero que fabriquen no que ensamblen”, señalando la baja participación de autopartes locales en los autos argentinos.
Mientras tanto, la aduana de Zárate reboza de unidades que no lograron ser nacionalizadas. Tal es el caso de la alemana BMW que, según el presidente de Cidoa, “no pudo sacar nada desde el 5 de febrero”.
Por parte de los consumidores es reticencia a la hora de comprar y, en algunos casos, ya hay devoluciones de señas frente a la falta de previsibilidad en la entrega de unidades