GM no para de sumar malas noticias. A la quiebra controlada casi asegurada, deberá llamar a recall a más de un millón de autos en EE.UU. por una grave falla en su funcionamiento.
La Agencia Nacional de Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por su sigla en inglés) indicó en su página web que el defecto provoca, en modelos equipados con un motor de 3.8 litros V6 fabricado entre 1997 y 2003, pequeñas pérdidas de aceite que pueden caer sobre el colector del tubo de escape.
Esto "puede iniciar una pequeña llama y se puede extender" lo que aumenta el riesgo de incendio en el compartimiento del motor. Los modelos y marcas de General Motors (GM) afectados por el defecto son Buick (Regal), Chevrolet (Impala, Lumina y Monte Carlo), Oldsmobile (Intrigue) y Pontiac (Grand Prix).
NHTSA dijo que las revisiones de vehículos para remediar el defecto empezarán en mayo.
En paralelo, Chrysler llamará a revisión 149.159 modelos de la marca Jeep por varios problemas de suspensión, eléctricos y de los calentadores de asientos.
En ese caso, 42.469 unidades del modelo Jeep Liberty (2002-2003) tienen problemas con la suspensión frontal y 4.336 de los modelos Jeep Commander, Grand Cherokee y Wrangler 4-DR 4×4 (2009) presentan problemas en su sistema eléctrico. A estos se les suman, unas 102.354 unidades de Jeep Gran Cherokee (2001-2004) con defectos en el calentador de los asientos frontales.
Las reparaciones comenzarán en poco tiempo y serán gratuitas para los usuarios. GM recomienda que, aunque el dueño no reciba ningún aviso, se acerca a su concesionario para comprobar si tiene que acudir con su coche o no.