Pasará, pasará… el último quedará. A casi una semana de haber implementado las Licencias No Automáticas para las unidades importadas, el Gobierno brasileño autorizó el paso de aproximadamente un tercio del volumen de autos fabricados en Argentina que se encontraban varados en la frontera.
Esta medida fue considerada por las autoridades nacionales como “gestos de buena voluntad" para facilitar el diálogo entre funcionarios de ambos países que comenzará el lunes próximo.
A cambio de esta medida, "la Argentina va a mostrar la buena voluntad correspondiente", indicaron voceros del Ministerio de Industria. La exigencia brasileña, transmitida el martes por el embajador brasileño, Enio Cordeiro, a la ministra Débora Giorgi, es que se agilice la tramitación las LNA que estaban retrasadas para la importación de neumáticos, calzado y baterías para autos.
En contestación y un poco ejerciendo la ley del ojo por ojo, Brasil frenó el paso de los autos argentinos a principios de la semana pasada a través de la aplicación justamente de una traba similar, es decir a través del uso de licencias no automáticas de importación para automóviles, lo que generó un fuerte conflicto comercial con el principal socio del Mercosur.
La decisión del gobierno brasileño prepara una base mucho más propicia y un marco de mayor optimismo para la reunión que el lunes y martes próximos mantendrán en Buenos Aires el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y su par brasileño, Alessandro Texeira.