La filial brasileña de General Motors desembolsará R$710 millones para construir una fábrica de transmisiones en Joinville, Santa Catartina con una proyección de facturación de R$200 millones al año.
La unidad se levantará en un área donde actualmente se están terminando las obras civiles
de la planta de motores y comenzará a operar en 2014, con una capacidad de producción de 150.000 transmisiones/año, en la primera fase. La puesta en marcha de este nuevo proyecto generará 350 puestos de trabajo inicialmente.
"Invertir en una nueva fábrica de transmisiones reafirma la importancia de Brasil en el escenario automotor internacional como centro productor y tiene como fin superar los desafíos estructurales para ser competitivo”, afirmó el vice-presidente de GM de Brasil, Marcos Munhoz, quién cerró el protocolo de intención con las autoridades de estado de Santa Catarina.
La mitad de la producción de la nueva fábrica tendrá como destino el mercado local y le permitirá a la firma sustituir importaciones además de comenzar a abastecer a Europa.