Desde TiempoMotor ya te habíamos contado que el brote de gripe A en la Argentina obligó a modificar los planes de una presentación para toda la prensa de Sudamérica en la ciudad de Mendoza por otra –más reducida y por grupos- para la prensa local y en un lujoso resort de la localidad de Cardales. Desde nuestro punto de vista, por lo único que lamentamos el cambio es por no haber tenido una primera impresión de manejo en escenarios naturales únicos, como sólo la provincia de Mendoza nos podía brindar. A cambio de eso, la gente de Ford Argentina “rompió” un sector del country que también pertenece al complejo ubicado en Cardales para diseñar una pista muy técnica de 4×4 de manera tal que pudiéramos experimentar en carne propia las cualidades del producto.
Toda la secuencia del recorrido: en la galeria (margen derecha: Ford Ranger Pista 4×4)
Primera vuelta como acompañantes de un instructor y después un giro al volante no es como para sacar conclusiones determinantes, pero sí bastaron para tener una primera sensación de cara a la prueba definitiva que, ya con la pick-up en nuestro poder, te anticipamos para los próximos días.
Las camionetas estaban cargadas con un barril de 100 litros de aceite más unas cuantas bolsas de arena, lo que promediaba un peso de unos 450 kilos. Primer punto favorable en esta demostración, ya que hemos concurrido en otras oportunidades a demostraciones como estas, pero nunca los vehículos estaban cargados.
Un primer sector con un slalom para hacer medianamente rápido y sin la doble conectada a bordo de una versión doble cabina Limited 4×4. Primero el piloto oficial. Exigencia a fondo en ese “bamboleo” y respuesta impecable de la Ranger aún sin haber conectado la doble.
Después, ya con el comando en el tablero que indicaba la doble de baja conectada, un sector con desniveles para verificar que el amplio recorrido de las suspensiones le permiten tener siempre las cuatro patas apoyadas. Desde adentro de la chata, se podía escuchar cómo crujían los elásticos traseros, que ahora son del tipo de acción progresiva.
Siguiente trampa: una serie de desniveles que incluía pozos y escaladas para pasarlas sin acelerar, apenas regulando y jugueteando con el torque del motor. Finalmente, un sector para “cruzar los ejes” (donde neumático delantero y trasero opuesto quedan en el aire) y demostrar la eficiencia del bloqueo de diferencial, ya que sin este sistema se perdería la tracción en las ruedas que quedan colgadas.
Corto, conciso, pero suficiente. No hace falta mucho más que un terreno de este tipo para saber qué tipo de vehículo tenemos enfrente. Un trazado técnico que permite conocer las limitaciones del sistema de transmisión, si la potencia del motor es suficiente y si el torque está a la altura de las circunstancias. En este caso, para corroborar que los 163 caballos de potencia y los 380 Nm a sólo 1.600 vueltas se bancan una trepada como difícilmente puedas encontrar en un terreno natural y con la caja cargada hasta la manija.
Por dentro los cambios apenas son estéticos. Hay leves diferencias en la presentación del tablero de instrumentos, pero no en la ubicación, sino apenas en los colores y acabados. Sí es nuevo el sistema My Connection que incorpora la versión Limited (en la que anduvimos nosotros) y la XLT. Este sistema te permite no sólo sincronizar absolutamente todos los archivos que tengas guardados en tu celular, sino que además tiene entrada de puerto USB y de iPod en la guantera.
Las butacas no cambiaron y la posición de manejo sigue siendo la misma. Las diferencias que llegamos a notar están en la incorporación del one touch en las cuatro ventanillas eléctricas (por lo menos en esta versión Limited a la que nos subimos) y en que el respaldo del asiento trasero ofrece una leve mejoría. Según nos informaron los responsables del producto “se ganó dos centímetros en el respaldo para poder inclinarlo más y así ofrecer una posición más cómoda”.
Nosotros agregaríamos: un poquito más cómoda. Pero está bien; algo es algo. No suelen ser muy generosas las pick-ups en el espacio trasero, y especialmente no suelen ofrecer una posición muy cómoda para las piernas. En un viaje medianamente largo, es inevitable hacer paradas para que los de adentro roten como un equipo de voley o, en el peor de los casos, para que estiren las piernas.
La versión Superduty, una novedad en esta nueva generación de la Ranger, es una configuración con leves diferencias mecánicas que surgieron después de varios años de trabajo en conjunto entre Ford y distintas empresas de trabajo muy duro (petroleras y mineras). Esta versión se ofrece sólo con la doble cabina y motor 3.0 Powerstroke.
Entre las principales diferencias, está el doble airbag frontal (que no se ofrece en XL Plus), una suspensión reforzada para incrementar la capacidad de carga de 777 kilos (en la Limited) a 1.128 kilos, una barra estabilizadora en el eje trasero (que mejora el comportamiento dinámico en curvas pero que le hace resignar unos 10 cm de ese gran recorrido de suspensiones que elogiamos antes) y, finalmente, amortiguadores traseros anti-piedras. Una configuración que antes sólo estaba disponible para las flotas de empresas y que ahora está de serie, siendo la única de estas características en el mercado.
El que busca un vehículo para trabajo pero con más potencia tenía la alternativa de pasar a una XL Plus 4x4 (pero pagar un plus de confort que no se requería para la actividad a la cual estaba destinada la chata) por eso esta versión SuperDuty, ahorrándose algo así como $8.000 por esos extras.
FOCO EN LA NAFTERA
Párrafo aparte y final para las versiones nafteras. Si bien la marca ya las ofrecía, ahora Ford pone el acento en estas versiones como una buena alternativa frente a que la diferencia entre los combustibles no es significativa (mucho menos en el interior, donde más se venden las pick-ups), que por momentos hay dificultad para conseguir el gasoil y porque el motor naftero tiene un costo de mantenimiento mucho más bajo. Se estima en unos $2.400 menos en los primeros 100.000 km (frente a las Diesel).
La única contra es que sólo hay dos versiones: una con cabina simple y otra con cabina doble. La ventaja es que tiene un precio muy tentador, ya que arranca en poco más de 63.000 pesos, lo mismo que puede costar un utilitario urbano del tipo Partner o Kangoo.
La idea de la marca es poder recuperar mercado con este nuevo producto y llegar a un nivel de participación del mercado del 30% en el 2010.