Continuando con la renovación de su cartilla de modelos, y sumando productos a su plan global "One Ford", la marca estadounidense reveló la segunda generación del Edge, un vehículo todoterreno que en la familia de la automotriz se posiciona por encima del Kuga.
Similar al prototipo que supo adelantarlo, y basado en la plataforma mediana global de Ford (a partir de la que también se creó el nuevo Mondeo), posee un diseño moderno y equilibrado. Salvando las diferencias, el sector frontal nos recuerda al de la EcoSport, aunque en este caso la parrilla hexagonal está unida a las ópticas.
Los laterales poseen una línea que asciende hacia la parte trasera, donde encontramos una luneta con marcada caída y luces que abarcan todo el ancho del vehículo
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Este Edge muestra un habitáculo con líneas discretas, sobrias, destacándose la generosa pantalla táctil y la simplicidad de los comandos, mientras que su habitabilidad admite hasta cinco pasajeros.
El equipamiento estrena en la marca el nuevo sistema de dirección adaptativa de Ford (varía la desmultiplicación), además de contar con control de velocidad crucero adaptativo, advertencia de colisión con asistencia de frenado, cámara frontal de 180 grados y airbags inflables traseros, entre otros sistemas.
El nuevo Ford Edge se pondrá a la venta en Norteamérica a partir del primer trimestre del año próximo. Después también será ofrecido en Europa, América del Sur y Asia Pacífico.
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En Norteamérica llevará los motores nafteros 2.0 EcoBoost con 245 caballos, 2.7 V6 EcoBoost con más de 300 caballos y V6 de 3,5 litros. La transmisión será una automática de seis velocidades, y la tracción integral all-wheel-drive con reparto automático. Las suspensiones, por su parte, son independientes en las cuatro ruedas.
En Europa estará disponible con motores Diesel de 2,0 litros con potencias de 180 y 210 CV, además de ofrecer transmisiones manual o automática PowerShif con doble embrague.