La noticia ya es oficial, Volvo pasará a manos de Geely. La venta de la filial europea de Ford a una automotriz china significa el fin de su política expansionista, la caída estrepitosa de la industria sueca, y que el auto sinónimo de seguridad y tecnología de punta pasará a manos chinas por primera vez en la historia.
Luego de muchos informes cruzados provenientes de Suecia y Detroit, Ford confirmó que llegó a un acuerdo para la venta de su unidad de lujo Volvo con la automotriz china Geely (Zhejiang Geely Holding Group Company Limited, tal su nombre completo).
Ford y Geely aseguraron que esperaban firmar el acuerdo definitivo de venta para el primer cuatrimestre del año entrante. Las automotrices dicen que todos los obstáculos internos fueron superados, y que sólo resta la documentación final para llevar a cabo el acuerdo definitivo; los detalles de financiación y la aprobación del gobierno. Por su parte los analistas aseguran que sólo restan muy pocos desafíos por superar.
Ford dice que continuará trabajando con Volvo en determinados niveles aún luego de la venta, aunque la automotriz no profundizó acerca de sus planes. Ford no retendrá ninguna acción luego de la venta de Volvo.
Volvo es la última marca que le queda a Ford luego de deshacerse de Jaguar, Aston Martin y Land Rover. La automotriz dice que ahora se concentra sólo en el núcleo de tres marcas: Ford, Lincoln y Mercury, aunque el futuro del último también está en duda.
La venta de Volvo marca un antes y un después para Ford, Suecia y China. Termina oficialmente con los esfuerzos de expandir a Ford bajo el liderazgo original del ex presidente de la marca Jacques Nasser, profundiza aún más la caída de la industria automotriz sueca luego del fin de Saab y significa que el sinónimo en autos de seguridad, ingeniería y tecnología de primera calidad irán a parar en manos de una automotriz china por primera vez.